RUGBY | DIVISIÓN DE HONOR B

URA pierde ‘contra si mismo’ frente a CAR Cáceres (33-29)

Ambos equipos disputan la pelota en una acción del encuentro.

Ambos equipos disputan la pelota en una acción del encuentro. / Juan Antonio Petit (Cáceres)

Las cosas no salen, eso está claro, en una situación que se sigue arrastrando a pesar de que se busca y se intenta. En un partido muy largo, con muchas interrupciones, feo y duro, se perdió en El Cuartillo frente a un Extremadura CAR Cáceres que en toda la temporada no había conseguido el triunfo. Con mucho más en juego que los cruzados, los extremeños se aferran a jugar promoción en lugar de descender directamente, y lo hacen a costa de un URA errático que, más bien, pierde contra sí mismo más que ante su adversario. Incluso en un alarde final, en el que se rescató el bonus defensivo, cayó el balón de las manos en la última jugada, cerrándose así el choque, con otro fallo.

El comienzo del partido mostró un camino a la victoria que después no se siguió al pie de la letra: la melé con ‘ruedas’ a favor almeriense, firmes en touche y acertados en el maul para ensayar y ponerse, en el minuto 2, con un 0-7 que invitaba al optimismo. Lo dicho, ese camino de desvió en la recta final de ese periodo, con ‘típicas’ concesiones, demasiado habituales a lo largo de la temporada, y errores no forzados que se pagan caros. La motivación del XV local fue suficiente para ‘desnudar’ la falta de continuidad almeriense, y se comenzó con una sucesión de golpes de castigo en zonas de un fácil pateo a palos, el primero en el minuto 10, fallado, el segundo en el minuto 13, dentro.

Antes del siguiente URA tiró de su superioridad, recuperó la patada de salida después de anotar su rival y firmó un segundo ensayo de gran calidad, de izquierda a derecha, con fluidez de pase, aunque sin conversión posterior (3-12). Pero sí, siguió el acoso de golpes a palos, sumando Cáceres otros seis puntos más para apretar el marcador a base de patadas largas a la espalda de la defensa, muy mal gestionadas por URA. No iba a quedar ahí el bajón de rendimiento, se facilitó que los locales se viniesen arriba y que vieran clara la opción de su primer triunfo en todo el año, ocasión de soñar a su vez con dejar el farolillo rojo y eludir el descenso directo.

Ensayó CAR Cáceres por la derecha aprovechando esa marcha de más y el estado de un Unión Rugby Almería errático y sin ideas de ataque, como bloqueado. Pese a ello, salió de nuevo a flote la superioridad cruzada, que finalmente no sirvió para nada, y se dio la vuelta al marcador para irse al descanso por delante. Se insistió en melé y se cuajó otra gran jugada de apoyo y pase hasta la entrada por la izquierda, y así se hizo el tercer ensayo para el 16-19 con el que se ganó el túnel de vestuarios. Con orden y sin al menos tantas concesiones, era un partido que se podía ganar para vivir con total tranquilidad el resto de una segunda fase que se está haciendo claramente muy larga.

Un segundo tiempo fatídico

La segunda mitad se comenzó con una gran avanzada de Momia, con una touche que se derivó en maul y mucho avance, pero se perdió la ocasión de anotar, se cometió un golpe más y se pagó carísimo. Tan es así que de abrir brecha se pasó a estar otra vez por atrás en el marcador en una ruptura local por el centro, falta alarmante de placaje, y ensayo bajo palos de Cáceres. Se confió en la melé, manifiesta la supremacía, y por poco llega el cuarto try, aunque sin dar el último paso para conseguirlo. Por fin se dio y se recobró el pulso del tanteo, aunque no sirvió de nada al producirse un error garrafal en la patada de salida cacereña, teniendo vía libre uno de sus jugadores hasta el try.

Para mayores males, Mono vio la roja, de milagro no se encajó otro ensayo por un avant bajo palos en otra falta clamorosa de placaje por el centro y todo el esfuerzo que se hacía para tener opciones se esfumaba con balones escurridos de las manos en el peor momento. Otro golpe sancionado con una amarilla dejó a URA con dos jugadores menos en los últimos minutos, no entró la patada, se gestionó mal incluso esa salida y se sufrió en defensa. A pesar de la inferioridad numérica y de la falta de sensaciones, los jugadores se dejaron todo, se cambió en bloque la primera línea y Pocho tiró una vez más del carro, todos con arrojo en busca del bonus defensivo.

Se consiguió entrando dos veces en zona de marca, la primera sin posar el oval por el acierto defensivo local, la segunda sí, tirando del pase dinámico una vez más hasta la anotación. Cada vez que se hizo bien, se tuvo recompensa, pero no fue así como una constante. De hecho, la demostración estuvo en la última jugada, de la que no se dice que fuese prometedora porque se estaba en propio campo, pero que sí podría haberlo sido de haber conservado la posesión. Se avanzó unos pocos metros, se fue a más en la búsqueda de una victoria que habría sido de locura y… cayó el balón de las manos poniéndose así punto y final al encuentro, de un modo que lo definía a la perfección.

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