Varias fechas hay marcadas para la posteridad en relación a la presencia verde en Europa, partiendo del 5 de octubre de 1991, momento del debut, y habiendo llegado, hasta ahora, al 8 de febrero de 2012, momento de un adiós que jamás se dio por definitivo. 20 años y cuatro meses, en 21 temporadas, han dado de si una trayectoria encomiable en competiciones europeas que por fin demuestra que el punto fue, sí, seguido, y no final. Es cierto que han tenido que pasar siete años y diez meses para que Almería sea de nuevo visibilizada en el viejo continente, volviendo a rugir en las competiciones de la Confederación Europea de Voleibol 28 años después de la primera demostración, eliminando, por aquel entonces, al Fortuna de Bonn en ronda previa de la CEV Cup. Llega por fin el 11 de diciembre de 2019, día más importante que ningún otro antes, porque Unicaja ahora es Costa de Almería y gracias de modo principal a la Diputación, se recupera el prestigio continental del club ahorrador.

El voleibol vuelve a ser este miércoles el mejor escaparate para la marca turística de la provincia, por lo que queda aun más claro que quien juega es Almería. Desde la entidad blanquiverde se ha puesto un precio prácticamente simbólico a su partido de regreso a Europa, con la intención de que nadie se lo pierda, con la ilusión de un lleno en el Moisés Ruiz, con el deseo de compartir un momento histórico. El cartel es del agrado de cualquier amante del deporte en general, y el contexto es atractivo incluso para los que no lo son. Unicaja Costa de Almería recibe en su feudo, desde las 20.30 horas, al UVC Holding Graz de Austria, equipo de alto nivel que, como el ahorrador, se ha ganado el derecho de participación en la CEV Challenge Cup por haber ganado la Copa de su país la temporada pasada. No hay antecedentes entre ambos, puesto que los austríacos emergieron en competición europea al poco de ‘desaparecer’ los almerienses, en 2014. Su trayectoria es de cinco participaciones.

El peso histórico de unos y de otros, muy a favor de Unicaja Costa de Almería, se ve compensado por la experiencia reciente de UVC Holding Graz, ya que incluso al balón azul y amarillo de Mikasa tienen que acostumbrarse rápidamente los hombres de Manolo Berenguel. Como dato romántico, y aprovechando la cita sobre el míster, él mismo era jugador, receptor concretamente, en aquel debut europeo de 1991. A las 20.30 horas de este miércoles 11 de diciembre, se hará justicia con los méritos deportivos que se han ido contrayendo incesantemente también en esta década, y el balón echará a volar en un Moisés Ruiz de gala que verá el arbitraje de la pareja formada por el portugués Nuno Teixeira y el belga Thien Khuc. A ambos lados de la red, dos equipos ‘hambrientos’, el local por su larga ausencia, y el visitante por su reto de superar la ronda de dieciseisavos de final, lo que hasta ahora no ha logrado.

Para ello se ha armado muy bien el conjunto dirigido por Robert Koch, excolocador húngaro de alto nivel ahora dedicado a los banquillos, cuyas principales armas en UVC Holding pasan por la dupla de portugueses, ambos internacionales, el receptor Tiago Pereira y el colocador José Jardim, y por el opuesto local Lorenz Koraimann. Es un club muy canterano, con jóvenes valores austríacos reforzados por la pareja lusa mencionada, teniendo Pereira la vitola de estrella del equipo. Además de ellos tres, son habituales en las formaciones iniciales el receptor Johannes Kratz así como los centrales David Reiter y Clemens Unterberger. El líbero es Niklas Steiner y a tener en cuenta es la participación de Maximiliam Mark Kremer, utilizado por Koch, según sus necesidades en el momento, como receptor o como opuesto. En el plantel también cuenta con dos centrales más, Kemal Imsirovic y Lukas Kühl, con un segundo opuesto, Maximilian Schedl, un segundo colocador, Philipp Stark, y el cuarto receptor, Liam Ochaya. Este equipo es cabeza de serie de la competición.

La vuelta de esta eliminatoria de dieciseisavos de final se producirá siete días más tarde en su cancha de juego, el Raiffeisen Sportpark, de la ciudad de Graz. A tenor de su condición de segundo club más grande de Austria, con 30 equipos entre las dos secciones senior masculina y femenina, ambas con presencia en primera y en segunda categoría de su país, y sus numerosas formaciones de base, con unos 400 jugadores de todas las edades, se espera un ambientazo para la resolución de la ronda. Incluso por ello, el Moisés Ruiz no debería ser menos, y aprovechar la ciudad y la provincia la ocasión de disfrutar del deporte del más alto nivel europeo. Además, el sistema de competición es igual al de la Superliga en cuanto a puntuación según el resultado en los partidos, siendo muy importante lograr una victoria por 3-0 o 3-1, que equivale a 3 y 0 puntos para ganador y perdedor mientras que el 3-2 supone dos puntos para ganador y uno para perdedor. En caso de empate, se jugará un set de oro una vez finalizado el segundo partido, por lo que Austria tendría la palabra.

En cuanto a Unicaja Costa de Almería, desde este domingo ya cuenta con su nuevo colocador, el taiwanés Pei Hung Huang, que hará pareja con Ignacio Sánchez y que en sus primeros entrenamientos ya ha comenzado a demostrar que tiene una gran motivación de cara a este nuevo reto vestido de verde. Con él, los disponibles para Manolo Berenguel son once jugadores, siendo un alivio para el día a día de sesiones de entreno, siendo tanto las de lunes como las de martes y miércoles con el balón Mikasa. La buena adaptación a ese esférico es algo trascendental para el conjunto verde, puesto que UVC Holding Graz lo usa habitualmente mientras que los equipos españoles disputan sus competiciones ‘domésticas’ con el tricolor de Molten. Es el mal menor ante una inyección de moral tremenda recibida el pasado sábado, con la recuperación del liderato de la Superliga y con la adquisición de sensaciones que se habían difuminado ligeramente los días anteriores. 

Hay una concentración absoluta de Unicaja Costa de Almería de cara a su redebut europeo, con intención de superar esta ronda y todas las que se puedan hacia la Fase Final de una CEV Challenge Cup que ha elevado su nivel exponencialmente. De hecho, en el lado del cuadro de los ahorradores hay dos ‘cocos’, como son el estonio Saaremaa VC, que se medirá al israelí Hapoel Yoav Kfar Saba, y sobre todo el italiano Allianz Powervolley Milano, el gran favorito, que se mide al albanés Erzeni Shijak. Así los cruces, si los ahorradores consiguieran superar a UVC Holding Graz en dieciseisavos, es muy probable que en octavos su rival fuese el Saaremaa, y de lograr la machada del pase, en cuartos hay muchísimas posibilidades de que sea el Milán el adversario a batir, ya palabras mayores en las cuentas de cualquier equipo inscrito en la competición. Sin cuentos de la lechera, el aviso sobre los austríacos está lanzado, puesto que su nivel hace pensar en una dura eliminatoria que, eso sí, se afronta pletóricos de moral, añorando haber sido subcampeones de Europa y de haber disputado cuatro finales a cuatro de las distintas competiciones CEV.