Voleibol

Unicaja Costa de Almería ficha a Paquillo

  • El líbero murciano, modelo de actitud, y el conjunto ahorrador, su club de la infancia, llegan a su esperado ‘cruce de caminos’

Paquillo, fichaje almeriense.

Paquillo, fichaje almeriense.

Es algo que se sabía que pasaría, por la admiración mutua, por valores compartidos y, si se quiere, hasta por proximidad geográfica, puesto que Caravaca de la Cruz es la cuna de Francisco José Fernández. Querido y respetado en todo el vóley español bajo el nombre deportivo de ‘Paquillo Fernández’, vino al mundo en esta población murciana, una de las ocho ciudades santas del planeta para la cristiandad, en 1995. Allí, en su extensísimo término municipal (el vigésimo de España), colindante con el de Vélez Blanco, pegado a la provincia de Almería, también se hizo para el voleibol de la mano de Eddy Carvalho. Fue quien lo ‘sacó’ del fútbol y le metió como modelo a Sergio Dutra ‘Serginho’, “esa garra, ese coraje, esas ganas de ganar…”.

El brasileño, “me encanta”, fue campeón olímpico en Río en 2016, a la edad de 40 años, mientras que los 177 centímetros de ‘vóley macizo’ de Paquillo iban a por su segundo año en la ‘universidad’ de Magú, un Cajasol que enamoró a todos: “Es un crack entrenando, consiguió que unos chavalillos, parte de la Permanente, hiciesen un fortín en casa, crearan un muy buen grupo, trabajador, todos en la misma línea”. Antes, había debutado en el Caravaca en 2010, estuvo en Palencia tres años y su referente era de color verde: “¡Cómo disfrutaba de pequeño viendo aquellos partidos de Alexis Valido, Dallas Soonias, Josh Howatson, David Smith, Bogdan Olteanu, Juanjo Salvador… Almería era de los equipos que siempre seguía y en el que está claro que soñaba con jugar algún día”. Luego llegó otro referente que lo acrecentó.

Paquillo lo recordará siempre como “el gran Piero Molducci”, al rememorar su figura y lo que le inspiraba: “Siempre que jugaba contra Unicaja mi pensamiento era ‘algún día tengo que entrenar con él’, y no fue en Almería, pero sí tuve la suerte de tenerlo en Ibiza y para mí es el fiel reflejo de amar el voleibol y hacer lo que te gusta”. Con un “gracias, Piero”, ese ‘día’ es por fin ‘hoy’, y Paquillo ya coge su sitio: “Es todo un lujo poder formar parte del club que tienes de referencia desde pequeño, con este calibre, con la historia que tiene en el voleibol español, con la forma de trabaja… es un sueño cumplido que hay que rematar”. Como muestra de que es recíproco está la rapidez del acuerdo: “Creo que en menos de tres horas se pudo cerrar todo”.

Conversación con Manolo Berenguel, el líbero “tenía claro lo que quería y no hizo falta darle vueltas”, reconoce, interesado por unirse al mítico técnico almeriense: “Al nombre que ha tenido como jugador, Manolo sabe de qué va la figura de entrenador, ya lo ha demostrado tanto en el femenino como con el masculino, una persona que no se conforma con poco y que nos quiere a todos a tope; tengo ganas de trabajar con él y sé que será un plus para mí”. Llega, además, en su pena madurez, “en el momento de ganar algo, con una buena edad para transmitir energía y aspectos de juego para el equipo”. Compromiso absoluto, “todo lo que yo pueda aportar, lo haré, sea como sea”, asegura, “somos un equipo, y juntos es como avanzaremos”, aclara tras definir al bloque del que será parte como “un equipazo con mayúsculas”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios