Voleibol

Unicaja ahorra esfuerzos por el calendario que se avecina

  • El cuerpo técnico ajusta milimétricamente entrenamientos y desplazamientos, pensando el rendimiento máximo a cada minuto

Manolo Berenguel da órdenes durante un partido.

Manolo Berenguel da órdenes durante un partido.

Pasadas tres jornadas de la segunda vuelta de la fase regular de la Superliga, entre las tres siguientes caben dos partidos de los octavos de final de la CEV Challenge y la defensa del título de la Copa del Rey. A Manolo Berenguel, cuando se para a pensarlo entre la vorágine del día a día, se le pinta una sonrisa: “Son tres semanas a muerte y a mí me resultan muy atractivas, esta y todas las situaciones similares que podamos vivir, y pienso que a los jugadores más de lo mismo, porque de lo que se trata al final es de competir”. Entre lo habitual, de modo lamentable, las bajas, “seguimos con las adversidades”, asume, si bien “poco a poco se van subsanando”, advierte, “y lo que se nos viene encima se afronta con muchísimas ganas”, celebra.

A la CEV Challenge Cup se llegará después de un fin de semana contra Ibiza en el que “se hizo un partido muy bueno” y espera que después de haber repetido frente a Almoradí, “en donde está la cabeza depositada ahora mismo”. Un poco más lejos aparecen Soria y la Copa del Rey, casi torneo fetiche y opción más próxima de que se levante otro título para la historia del club. Pero insiste en que hay “una salida de máxima complicación” a tierras alicantinas, ya que “allí todos los equipos han sufrido y es más difícil al viajar el mismo día”. Sobre ese matiz importante el míster aclara que “hay que tratar el partido como se merece, independientemente de que la ida y la vuelta sea el mismo día, así que no desmerece al rival, del que no se me olvida que es muy peligroso, pero la distancia permite viajar así, no es largo, no acumula cansancio, y es la mejor manera de afrontarlo sobre todo por lo que hay después”.

El preparador ahorrador recuerda que “está todo muy medido, todo lo que se mida es para el bienestar del jugador y llegar en las mejores condiciones para competir, y que a nadie le quepa la menor duda de que vamos con todo a Almoradí, pero sí que al menos hemos tenido la suerte de que sea antes el desplazamiento más corto en Superliga, porque el siguiente es muy complicado, muy largo, 24 horas viajando hasta Estonia”. Otro de matiz es el entreno mezclando los dos balones, el de la SVM y el de CEV, porque “no hay tiempo material para aclimatarse al amarillo y azul, ya que se acaba en Almoradí y se viaja a Kuressaare, en Saaremaa el mismo lunes, si bien el lunes sí que se aprovechará para entrenar también”. Es por ello que esta semana Unicaja Costa de Almería ha metido sesiones con el balón CEV: “No son excusas ni nada parecido, son entrenamientos de adaptación a lo que nos vamos a encontrar y lo estamos trabajando”.

Del sábado, lo mejor que deja el deporte, la amistad: “Pedro Miralles y yo somos viejos conocidos, es una persona a la que yo quiero muchísimo y sé que él a mí también, y es un honor hacer una visita a la casa de Pedro, que es la de un equipo recién ascendido, que está haciendo una buena temporada y que puede estar mejor en esta segunda vuelta, un equipo que está poco a poco más conjuntado”. Esa línea es la que sigue para definir al rival: “Almoradí es un equipo que en su casa juega muy bien, de hecho el último en casa es 2-3 con Ibiza; al final allí hay un equipo que no tiene una estrella que destaque sobre las demás, pero sí jugadores importantes, como un colocador habilidoso, los puntas son buenos, tiene un central que viene de un equipo que es actual campeón… sumas cositas y es compensando y peligroso”

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