Unicaja Almería volvió a reencontrarse con el triunfo en la competición liguera y sacó la espinita que tenía clavada de la derrota de la semana anterior en casa de Urbia Voley Palma. Los ahorradores se llevaron el clásico del voleibol español ante Soria en un duelo, de ya tres décadas de rivalidad, en el que los ahorradores recibieron la Copa del Rey ante sus seguidores, luciendo una nueva lona triunfal en la pared de los éxitos del cuadro ahorrador en el Moisés Ruiz.

Los almerienses perdieron por los detalles un primer set muy disputado en el que los sorianos no cometieron errores en su recta final. Así, los visitantes pusieron el 0-1 en el luminoso tras llevarse el set por 23-25 en casi media hora de juego. Unicaja apretó en saque y estuvo más ordenado en bloqueo y tareas defensivas en un segundo set en el que los de Manolo Berenguel nivelaron el marcador con un 25-18. La actitud ahorradora sobre la cancha se personificó, sobre todo, en Borja Ruiz, que estuvo espectacular en saque, bloque y ataque ante un rival con muchos problemas de recepción que estaba pagando muy caro.

Un demoledor saque local dejó sin opciones a Soria en un tercer set que los verdes vencieron por un contundente 25-14. Unicaja se estaba mostrando intratable, pero todavía le quedaba cerrar el choque ante un oponente que no arrojaba la toalla. Pero el saque siguió siendo la mejor arma para un cuadro almeriense que cerró el cuarto set y el partido con un 25-17 que confirmaba su remontada y el regreso a la senda triunfal en la Superliga.