La primera vez fue hace doce temporadas, en la 2007/2008, y en el Palacio de los Juegos Mediterráneos, la casa por aquel entonces de Unicaja Costa de Almería, si bien en el curso siguiente, el 2008/2009, se llegó a la que ahora es morada del club ahorrador para sus partidos de Superliga y competición europea. Por lo tanto, debe tomarse como la primera visita del CV Almoradí a un recinto que está afrontando su undécima campaña convertido en templo del voleibol. La mudanza hasta el Moisés Ruiz, de techos altos y grandes prestaciones, se ha hecho teniendo siempre el reto de mantener vivo el espíritu de la primera pista, allí donde todo surgió, la del Rafael Florido. En medio del puente de Todos los Santos, con mucha gente viajando, pero tanto saliendo como entrando, acudir al vóley de alto nivel se convierte en uno más de los atractivos de la ciudad, como una de las once poblaciones españolas en las que esto es posible. Y ojo, que Almoradí es un ‘viaje cómodo’ y vendrá afición rival.

De todas esas ideas vertidas la más importante que se desprende es la relevancia de una cita histórica, abrazando la vuelta a la máxima competición de un club con una trayectoria brillante y de gran aportación a este deporte, dándole la bienvenida en el Moisés Ruiz y siendo de esperar una afluencia notable de espectadores, con o sin disfraz de Halloween. Después, sin duda, cabe resaltar la garantía de un gran espectáculo, viendo la trayectoria de un recién ascendido que tocará por primera vez a la puerta del Moisés Ruiz con la ‘cabeza’ de un histórico en la mano. En los tres partidos que ha disputado, Almoradí ha sumado algún set, calcando el resultado de 3-1 y siendo el último a su favor. Comenzó la liga en Ibiza, haciéndole una manga a los de Molducci en una de las pistas más difíciles, la de Es Viver, igualando a uno momentáneamente tras un 17-25 muy solvente.

Después ha tenido dos partidos consecutivos en su propio feudo, iniciándose ante Manacor el primero con 25-21 y rozando el 2-0, que podría haber cambiado el signo del encuentro, para finalmente ceder por 24-26 y 1-3 final. Pero las sensaciones que se habían acumulado se hicieron buenas, como también el dicho popular de que ‘a la tercera va la vencida’, dando una de las sorpresas de la jornada ante el Río Duero Soria, que había ido a tierras alicantinas tras endosarle un 3-0 a Ibiza. Tras caer por 24-26 por segunda vez en la temporada, lo siguiente fue dominar parciales amplios dejando a los sorianos a 19, 18 y 20 puntos, haciendo su jugo más coral de lo que iba de temporada y situando por primera vez a cuatro jugadores sobre la decena de tantos, uniéndose a la bipolaridad de Pablo Lorenzo y Javier Monfort la aportación anotadora de Vicente Cabrera y de Pedro Miralles, figura de entrenador-jugador.

Y es que a él corresponde ocupar el primer lugar en el análisis de una plantilla que, eso sí, viene a Almería notablemente mermada si se analizan los números, como ahora se verá. Antes, Miralles es uno de los históricos del voleibol nacional, tanto en pista como en playa, una de esas figuras que tanto han aportado a este deporte incluso sin aparecer demasiado por la Superliga, en su caso, eso sí, con muy alto nivel competitivo en ligas extranjeras. Sustituyó como entrenador a otro clásico del vóley, a Venancio Costa, tras la primera y única temporada en la máxima categoría de un club que con orgullo luce el emblema de más de 50 años de historia (1967). A Miralles se le anotaron 14 puntos frente a Soria tras un doble 9 en las dos citas anteriores, pero no va a poder contar con Javier Monfort, procedente precisamente de Unicaja Costa de Almería y que a primeros de semana anunció su fichaje por el Vecindario ACE Gran Canaria, que ya ha pasado por Almería.

Por tanto, el valenciano es una baja muy sensible en Almoradí, autor de un 25% de los puntos de su equipo, haciendo un tándem realmente letal con el opuesto Pablo Lorenzo, ya que ambos han sumado aproximadamente el 60% de la anotación del cuadro alicantino. Sí se queda el ‘2’, cuyas tres estadísticas dicen que ha aportado 23, 17 y 16 tantos, todas ellas sobre una distancia de cuatro sets. Clave es también Vicente Cabrera, procedente de Teruel y con 12 putos ante Soria y acompañado por Juan Serna como pareja de centrales, completando el equipo titular el colocador Zdravko Kamenov, de los más temidos en Superliga 2, con la figura de líbero siendo ocupada por Jaime Roca, si bien se reparte los minutos con Antonio Ángel Castaño. Titular en el segundo partido fue el colocador Francisco Fernández, y puntualmente han salido el central Fernando Herrera, el colocador Ángel Ruiz y los receptores Jorge Mompeán y Mario Soto, siendo una incógnita quién jugara por Monfort. No ha debutado el central Andrés López.

Por su parte, Unicaja Costa de Almería se ha puesto deberes para este partido, con el máximo respeto al rival, como siempre, pero más centrado en seguir por la senda marcada en Es Viver siete días antes. La primera cita en el Moisés Ruiz se saldó en el tie-break y se ha aprendido la lección, por lo que la entrada al partido será a un ritmo muy alto para intentar que Almoradí no se sienta nunca en posesión del control del juego. Ante Ibiza se restañaron brechas abiertas en la puesta en escena verde y frente a los de Pedro Miralles se presenta la ocasión de confirmar que hay ‘etapa superada’ en el camino hacia la perfección de aplicación de sistemas pretendida por Manolo Berenguel. Sin puente, el equipo ha trabajado el festivo de Todos los Santos y lo volverá a hacer en la matinal sabatina, como siempre, para preparar un choque que será dirigido por Diana Rico y Susana Rodríguez. Pasado Halloween, se espera que hayan pasado también los sustos, y del liderato… sin prisa pero sin pausa.