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Verza equilibra a un equipo práctico

  • Evita que el Almería se parta mediada la segunda parte

  • Vuelve la solidez que tanto se echaba de menos

Alcaraz y Verza intentan taponar la incursión de Álex Fernández.

Alcaraz y Verza intentan taponar la incursión de Álex Fernández. / lfp

Este Almería nada tiene que ver con el que perdió ante el Sporting. Ni el que lo hizo en Reus. Quizás sí al de la primera parte en Valladolid, pero no al de la segunda parte ni al que cayó frente al Rayo Vallecano. Los rojiblancos volvieron a ser un conjunto sólido y práctico, luchador e inteligente. Supo defender con uñas y dientes un punto valiosísimo, después de una ambición mal entendida en los encuentros anteriormente citados.

Salió bien la presión adelantada en Huesca, es cierto, pero el conjunto de Alcaraz no está diseñado para eso ni tiene la confianza necesaria para hacerlo. Ayer, siendo rácano, las cosas le fueron mejor. Esto no quiere decir que el Almería tenga que jugar feo al fútbol, ni mucho menos, pero sí que es necesario primero reencontrarse como equipo para ir creciendo desde los resultados. En caída libre y cada vez más cerca del descenso, ningún conjunto puede ser virtuoso con el balón.

Verza, sin continuidad esta temporada por culpa de una lesión de la que le ha costado salir, fue fundamental para equilibrar al equipo. El oriolano siempre ha sido el hombre de confianza de Lucas Alcaraz. Lo intentó con Sulayman ante su baja, pero el africano no termina de convencer. Ayer, Verza formó una pareja segura en la medular, aunque en algunas llegadas cadistas faltó algo de contundencia para evitar que los amarillos pisaran área.

Ambos eran capaces de mantener al equipo junto, no se partía, lo que dificultaba al Cádiz para aprovechar la velocidad de Álvaro, su principal arma. Llegadas tuvo el equipo amarillo, es imposible frenar todo el caudal de un conjunto con tanto potencial atacante, sin embargo, éstas no fueron por errores defensivos ni por despistes en las marcas. Con Verza ejerciendo de mediocentro puro y duro, Rubén Alcaraz intentó descolgarse para generar superioridad en ataque, pero el Almería ha llegado muy justo físicamente a esta parte final del campeonato.

En la primera parte, sobre todo con Gaspar, fenomenal tácticamente y en el despliegue físico, aunque todavía sin fortuna en los centros, el Almería pudo encontrar espacios para sorprender. Pero tras el descanso, el equipo prefirió mantener sus espaldas bien guardadas y que la gente de arriba se la jugara. Salió bien, porque el empate era necesario para recuperar la calma.

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