La Vuelta llega en la tarde de este miércoles, en el final de su undécima etapa, a un paraje singular como las Salinas de Cabo de Gata (Almería), aunque, tras recorrer 191'2 kilómetros desde la sede de El Pozo Alimentación, en Alhama de Murcia, los ciclistas únicamente podrán contemplar cómo estos humedales siguen secos y sin sus tradicionales flamencos.

"Será la primera vez en la historia que una etapa de La Vuelta termine en nuestro destino mágico del Cabo de Gata, en Las Salinas, donde podremos ver toda la inmensidad del Parque Natural", destacó hace nueve meses el presidente de la Diputación de Almería, Javier Aureliano García, tras la presentación de la competición en el Palacio Municipal de IFEMA, en Madrid.

Lo que nadie sabía entonces es que las lluvias de la pasada primavera iban a arrastrar suficientes sedimentos como para obturar la galería que alimenta las salinas, en las que extrae la sal del Mediterráneo la empresa Unión Salinera, del grupo francés Salins. Esto ha causado un deterioro que se ha traducido en la desecación de unos humedales ubicados en un enclave con diferentes figuras de protección en pleno parque natural Cabo de Gata-Níjar.

Aparte de unas salinas secas a primera vista, la consecuencia más notable fue la desaparición de las diferentes aves migratorias que durante el verano hacen de ellas su lugar de residencia, caso del icónico flamenco que recibe cada año a miles de turistas. Durante el pasado julio, colectivos ecologistas y vecinos llevaron a cabo diferentes iniciativas para reclamar soluciones, como una cadena humana o el rellenado simbólico de los humedales con cubos llenos de agua de mar. Los ecologistas llegaron, incluso, a denunciar la situación ante la Fiscalía.

La Junta de Andalucía dio finalmente un "ultimátum" a Unión Salinera para que en el plazo de tres días presentase un proyecto para solucionar este problema. Este requerimiento ha desembocado en unas obras que ya están en marcha y que fueron visitadas a inicios de mes por el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco.

Desde la Junta de Andalucía se autorizaron las labores que se desarrollan en el canal de entrada de agua, obturado a lo largo de 400 metros y que, "siempre que no haya temporales que dificulten los trabajos, bien podría quedar despejado en mes y medio o dos meses", indicó el pasado 5 de agosto el consejero. "Estamos vigilantes para que los trabajos terminen con éxito y, con la vuelta del agua a Las Salinas, las aves regresen al que es su enclave natural", insistía Fernández-Pacheco.

Si las previsiones se cumplen, no será entonces hasta octubre cuando los humedales vuelvan a recibir agua de mar. Demasiado tarde para que los flamencos puedan recibir a los triunfadores de esta etapa de La Vuelta en el entorno de la iglesia de Las Salinas de Cabo de Gata.

Precisamente, el coportavoz andaluz de Verdes Equo y miembro de grupos como Greenpeace, Manuel Pérez Sola, manifiesta en un artículo remitido a los medios que los flamencos y "tantas otras aves habituales en este humedal no volverán a él hasta que el canal de alimentación esté perfectamente reparado" y cuenten con agua y "pequeños peces, moluscos y los microorganismos que sirven de alimento", a la vez que lamenta el "episodio tan triste como el que por desgracia contemplamos".