Almería-racing

Más agónico que esperanzador (1-1)

  • El Almería dejó escapar otros dos puntos vitales ante un Racing que jugó con diez durante 73 minutos. Los rojiblancos se volcaron en la segunda parte y tuvieron ocasiones claras, pero la suerte se esfumó hace tiempo.

Los tres últimos varapalos sufridos [las derrotas ante Levante y Málaga y el empate de Aranzubía ante el Deportivo] provocaron que el Almería tocara fondo y se colocara como farolillo rojo de la tabla. El partido ante el Racing era el momento de entonar el grito de Fuenteovejuna, el de todos a una, y apretar los dientes. 

 

La semana más importante desde que los rojiblancos están en Primera, la que reconduzca el camino o lo tuerza definitivamente, empezó con un gran chasco en La Rosaleda, lo que obligó al presidente a Alfonso García a ejercer como pater familias para subirle la moral a la tropa. Además, buscó concienciar nuevamente a la afición como tiempo atrás y para ello resurgió la medida de regalar una entrada a cada abonado.

 

Pese a que la afluencia de público aumentó considerablemente tras el cierre de los comercios, el Mediterráneo no se convirtió al inicio en La Bombonera que la directiva pretendía. Ello provocó que la pañolada contra el estamento arbitral quedara un tanto deslucida, aunque ya se encargaron las peñas de echarle imaginación con las pancartas y crear ambiente de fútbol en una fría tarde. La poca presión que se puede ejercer en este estadio, sin embargo, provocó que Velasco Carballo ni se pensara mostrarle roja a Henrique a los 17 minutos, misma acción que para González González fue amarilla hace dos semanas con Lopo como protagonista.

Esa jugada cambió el decorado de un encuentro que comenzó con dos claras ocasiones para Arana: primero con un remate cruzado a centro de Francis y después con un intento de gol olímpico que despejó Alves. Al quedarse con uno menos, Marcelino retiró a un delantero, Rosenberg, y recompuso su zaga con Osmar. El Almería facilitó bastante la labor defensiva de los cántabros, puesto que ni salió con el cuchillo entre los dientes ni tenía rapidez de ideas en el centro del campo, donde había mucho músculo con Juanito y M'bami, pero no así cerebro. Tan sólo Piatti, el último clavo ardiendo al que se aferra este equipo, buscaba algo más.

El ritmo cansino y ramplón de los rojiblancos provocó lo que nadie quería: después del enésimo fallo defensivo, Colsa aprovechó un balón que le ganó Ariel a Marcelo Silva por alto e hizo el 0-1 a los 36 minutos. Jarro de agua fría porque tan sólo unos segundos antes Uche dispuso de una ocasión inmejorable para adelantar al Almería, pero su cabezazo se marchó fuera. La situación pudo tornarse en imposible si Adrián llega a marcar un epenalti de Carlos García sobre Ariel. Sin embargo, Diego Alves se encargó de mantener con vida a un enfermo que se encontraba terminal y que tenía 45 minutos para decidir si quería vivir o morir.

Si la salida al comienzo del encuentro ya fue decepcionante, sin garra y sin fe, a la segunda parte no se entró mucho mejor. Carlos García se fue al suelo cuando tenía el balón franco para despejarlo y Ariel perdonó ante Alves. El Racing tiró de veteranía y oficio, perdió todo el tiempo del mundo, pero no sentenció el partido.

 

José Luis Oltra tardó un mundo en hacer los cambios. El equipo, muerto, los necesitaba. La revolución, como en años anteriores, llegó con la entrada obligada de Ortiz Bernal por un lesionado Piatti. El capitán rojiblanco sacó a los aficionados del estado de shock con su primera cabalgada por la banda, que acabó en el larguero de Toño. Tan sólo unos segundos después, una nueva jugada conducida por la derecha por el zapillero acabó en los pies de Crusat en la frontal del área y logró el empate. Almería, pese a todas las desgracias, volvió a creer.

 

Con el Racing asustado y metido en su campo, los almerienses se lanzaron a tumba abierta a por el tanto de la victoria. Michel lo tuvo con un gran disparo cruzado, pero Toño sacó una manopla salvadora. Uche, incomprensiblemente, envió al limbo un pase de la muerte de Goitom a falta de un cuarto de hora. ¡Cuántos puntos han costado estos fallos!

 

En el 86', con los aficionados con el corazón en un puño, el destino dejó claro que esta temporada no quiere favorecer al Almería: una espectacular chilena de Uche la sacó sobre la misma línea de gol Colsa. Ahí se le terminó de ir la vida a los almerienses. Ya sólo queda creer en los milagros.

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