Álex Fernández, otra joya almeriense para la élite del voleibol español
VOLEIBOL
El joven jugador, recién incorporado a la Selección Permanente, asume el reto de pasar de opuesto a colocador y se gana los elogios de Fredinson Mosquera
Fundación Unicaja refuerza su alianza con el Club de Voleibol Unicaja Costa de Almería
“La verdad es que me ha llegado de sorpresa el poder incorporarme a la Permanente, pero cuando me llamaron me sentí muy feliz, aunque separarse de la familia siempre cuesta”. Alejandro Fernández Hernández nació el 28 de noviembre de 2009, por lo que todavía no ha cumplido los 16 años. Juvenil de primero, su convocatoria se debe a sus condiciones innegables para el voleibol, principalmente sus 194 centímetros. Como cadete, ya jugó con el equipo junior de Unicaja Costa de Almería la pasada temporada rayando a un gran nivel. Es el ahorrador su club de toda la vida, si bien los primeros toques los dio en su instituto, el Carmen de Burgos de Huércal de Almería, localidad en la que reside.
Lo cuenta con la misma naturalidad con la que juega: “Empecé en el voleibol gracias a uno de mis amigos, que me metió en este mundillo, y del instituto pasé directamente a Unicaja. Costa de Almería siendo cadete de primero”. Sencillo, humilde y trabajador, ahora está con la élite de jóvenes de este país, siguiendo las huellas dejadas antes por JoaquínCañadas, el último chico que fue a Palencia desde las filas blanquiverdes, así como por MarioGarcía, que se mudó a Palencia el pasado año desde Mintonette. Antes que ellos, la estela de las grandes estrellas de este deporte que ha dado la provincia de Almería, en una lista iniciada hace décadas guía a un deportista “con un enorme potencial”, según FredinsonMosquera.
Su ahora entrenador en la Permanente espera grandes cosas de un Álex Fernández al que define como “un gran descubrimiento”, toda vez que “no había aparecido en los ‘radares’ de los campeonatos nacionales de categorías inferiores”. Explica que “es un chico con un talento antropométrico interesante, que está apenas desarrollando sus habilidades”. Ya en la concentración permanente de Palencia, “vamos a intentar ayudarle lo máximo posible” y en ese sentido “se está valorando que puede tener buenas características de desarrollo en la posición colocador”. En lo personal, “es muy trabajador, muy comprometido, le gusta el deporte y eso va a ayudar en su crecimiento”.
Con un “estamos muy contentos con él”, Fredinson Mosquera describe a la perfección cómo ha encajado Álex en un entorno extraño para él: “Está muy ilusionado con lo que nosotros podemos proyectar su juego, en querer mejorar, así que será fácil trabajar con él, como lo está siendo, y esperamos que llegue lo más lejos posible”. El propio jugador reconoce que “en la Permanente hay mucho nivel, pero me voy adaptando poco a poco”, en una vida que ahora consiste en esfuerzo: “Mi día a día es estudiar, entrenar y descansar”. Así pretende dos objetivos: “A corto plazo, seguir mejorando e ir cogiendo experiencia, y en el largo plazo, poder llegar a jugar a nivel profesional”.
Curiosamente, prefiere fijarse en quienes le rodean: “Mis referentes han sido siempre todos mis compañeros, porque siempre aprendo de ellos”. Eso sí, lo del cambio de posición aún tiene que asimilarlo: “Aunque ahora mismo este entrenando para ser colocador, me gustaría acabar jugando de opuesto”. No le es una experiencia del todo ajena: “En Unicaja Costa de Almería siempre he jugado de opuesto, pero es verdad que mis entrenadores – Paco López y Pablo Funes – me decían que podría llegar a ser colocador, y en un partido de Municipales me pusieron, pero ya no volví a probar”. Comenzó esta pretemporada con el primer equipo y evidentemente está en los planes de futuro de PabloRuiz.
Un talento indiscutible
El entrenador almeriense ya se fijó en él desde su incorporación al club y había depositado grandes expectativas en su progresión. Buena muestra de ello es precisamente que antes de conocerse su convocatoria para Palencia lo había introducido en la dinámica de grupo del equipo de Superliga: “Álex es un chico que sorprende por su facilidad para ejecutar todo lo que se le pida, que hace parecer sencillo el juego, encontrando soluciones por sí solo a diferentes situaciones que antes no se le habían presentado”. En esa línea, “su participación en el equipo junior fue muy interesante, porque dejó aún más al descubierto un potencial al que sacarle todo el partido posible, y en la Permanente está en buenas manos para ello”.
De hecho, Ruiz conoce muy bien cómo se trabaja y cómo se influye en los chicos allí, dada su buena trayectoria en Palencia. Álex corrobora que allí todo gira en torno al vóley, pese a que no se descuida la educación: “Los lunes, miércoles y viernes estamos en el Instituto de 8:25 hasta 14:10, después comemos en la residencia y a las 16:00 tenemos que estar ya en pista; entrenamos hasta las 19:30; cuando terminamos, ducha y a las 20:00 se da inicio a la hora de estudio, que terminamos a las 21:30 horas”. El día acaba con la cena y con “cada uno en su habitación a las 22:00 horas, y ya a descansar para el día siguiente”.
Más dura es la dinámica de martes y jueves: “Empezamos a entrenar a las 6:50 y después nos vamos al instituto en el mismo horario, de 8:25 a 14:10, y cuando llegamos comemos y volvemos a entrenar de 16:00 a 19:30, aunque más suave, y cenamos a las 22.00 horas”. En cuanto a los sábados, “entrenamos por la mañana de 9:30 a 12:00, comemos allí y si tenemos partido descansamos hasta que llegue la hora; si no tenemos partido, tenemos la tarde libre, cenamos de 20:30 a 21:30 y ya podemos estar por la residencia hasta las 23:00 horas como muy tarde”. Los domingos lo tienen libre, “pero comemos allí desde las 13:30 hasta las 14:30, y por la noche podemos cenar fuera si queremos”. Disciplina y constancia.
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