Almería ha sido siempre tierra de grandes balonmanistas. Muchos de ellos llegaron a la elite en otros clubes, como Javi Lamarca o el joven Álvaro Ruiz, y también los hubo, como Francis Miras, José Aguilera, David Aguirre o Álex Criado, que tuvieron la oportunidad de defender al Keymare Almería en la Liga ASOBAL. El último en dar el salto ha sido un joven de Carboneras, Alejandro Marcelo Fuentes, quien ya ha debutado esta pasada temporada en Antequera y que ahora hace las maletas rumbo al norte, al histórico Anaitasuna navarro.

Con 19 años y aún una temporada más como junior por delante, Alejandro ha sido siempre una de las figuras de la selección andaluza juvenil e incluso debutó con la española de esta categoría. Tras pasar por las filas del EM Carboneras, el BM Antequera se fijó en él y le fichó, aunque en un primer momento le dejó en el segundo equipo. A mitad de temporada, las bajas de los foráneos del conjunto malagueño le dieron la alternativa en el primer equipo y Fuentes ha respondido. "Me habían dicho que debutar iba a debutar. Lo hice en Zaragoza y salió bien. A partir de ahí me fueron dando más minutos. No esperaba para nada acabar mi primer año jugando más de 30 minutos por partido", reconoce el carbonero, que marcó 51 goles en los quince partidos que actuó con la elástica antequerana.

Ahora, en Anaitasuna, le espera un papel "más difícil, espero seguir creciendo y seguir formándome, luchar por jugar más minutos". Dar el salto a un grande y a la selección nacional le queda aún algo más lejos, "para eso tengo que seguir jugando y trabajando, acumular minutos. Llegar sería un sueño hecho realidad", afirma este lateral zurdo que tiene como referentes a Mikel Hansen, Mateo Garralda y Kim Andersen y a quien el entrenador almeriense Guillermo Plaza, que le tuvo en Carboneras, señala como "un chico que destaca sobre todo en el lanzamiento y que es muy fuerte, muy completo y que ha ido mejorando en defensa".

Fuentes añora el balonmano de elite en Almería. "Fueron años muy buenos pero en toda Andalucía los equipos que han llegado a lo más alto han estado pocos años por el tema económico". Ahora, mientras le llega la hora de hacer las maletas rumbo a Pamplona, disfruta de las vacaciones en Carboneras con sus amigos, disfrutando con el balonmano-playa y también con una familia amante del balonmano y donde, por cierto, su sobrino Agustín Casado, de 16 años, ya ha sido convocado con la selección nacional promesas. Les va en la sangre.