Deportes

La anemia en el deporte

  • Normal. Bastantes deportistas sufren anemia Causas. Entre los motivos más frecuentes está la pérdida de sangre, en el caso de las mujeres, por ciclos menstruales abundantes

LA actividad deportiva es siempre beneficiosa para el organismo. Sin embargo, cuando ésta se incrementa de forma importante e intensa, pueden aparecer adaptaciones y cambios en nuestro organismo que se reflejan de forma clara en un análisis de sangre y no tienen por qué suponer un problema.

Si nuestro médico no está familiarizado con la medicina deportiva, muy probablemente se alarme cuando analice los resultados de dichos análisis, pero que son normales en personas con un nivel de exigencia física alto.

A continuación vamos a detallar los parámetros más interesantes y obligados a escrutar en un análisis de sangre rutinario en todo deportista.

En el deporte profesional si cabe, los déficits debidos al entrenamiento son aún más frecuentes, especialmente los relacionados con el hierro y la fabricación de células rojas, los hematíes, que son las encargadas de transportar oxígeno en la sangre.

Recientemente se ha sabido que Neymar, el fichaje estrella del Barcelona, tiene anemia. Sin embargo, esta carencia de hierro es relativamente frecuente entre los deportistas.

La anemia es la enfermedad derivada de un déficit en la producción de hematíes o células rojas en la sangre. Puede haber diferentes causas, siendo las más frecuentes, las debidas a la pérdida de sangre como es el caso de las mujeres por ciclos menstruales abundantes o debidas a una hemorragia oculta como pasa en las pérdidas digestivas debidas a úlceras pépticas o pólipos a nivel de colon. En lo relativo al deporte, la anemia se debe a un exceso de consumo de los recursos energéticos debido al entreno y la competición. Eso provoca automáticamente que se fabriquen menos glóbulos rojos , y los que se fabriquen sean de un tamaño inferior. Además, se produce una sintomatología asociada como es la sensación de cansancio y fatiga, aumento en la frecuencia cardíaca y descenso de la tensión arterial, junto a la palidez de piel y mucosas. En el caso del deportista, sin duda, va a producir una merma en el rendimiento físico, con pérdida de resistencia y velocidad.

Para controlar estos déficit, es necesario que al inicio de cada temporada y trascurridos unos meses desde el inicio de la competición, se realicen unos análisis de sangre específicos para poder detectar y prevenir la aparición de la anemia.

Con un hemograma básico, se evalúan las células que circulan por el torrente sanguíneo. Las células rojas o hematíes, son las que dan el color rojo a la sangre y son las encargadas del transporte de oxígeno, gracias a la hemoglobina que almacena en su interior. Cuando su número desciende de forma importante, se produce la anemia. En lo relacionado a los valores, la hemoglobina se mide en gramos (g) por decilitro (dL) de sangre entera, un decilitro son 100 mililitros.

El nivel de hemoglobina se expresa como la cantidad de hemoglobina Los valores normales son: los recién nacidos: 17 a 22 g / dl; niños: 11 a 13 g / dl; adultos hombres : 14 a 18 g / dl; adultos mujeres : de 12 a 16 g / dl; los hombres después de la edad media: 12,4 a 14,9 g / d; y las mujeres después de la edad media: 11,7 a 13,8 g / dL.

Esta es muy frecuente, sobre todo en el sexo femenino y la causa más frecuente es por déficit de hierro, debido a una dieta no equilibrada con una insuficiente ingesta o a las pérdidas menstruales. Es frecuente la presencia de anemia es situaciones de especial desgaste como en los corredores de fondo y ultrafondo. No todo atleta que sufra anemia, ésta se va a manifestar clínicamente. El organismo adopta medidas compensatorias que evitan que la persona lo note, como es el caso de "fabricar" más células transportadoras de oxígeno, pero éstas son más inmaduras y, por tanto, más pequeñas. Cuando esto ocurre, la anemia tiende llevar tiempo de evolución. Si suplementamos con hierro y alimentos ricos en él, conseguimos evitar la anemia. Hay un fenómeno a tener en cuenta en deportistas que es la "falsa anemia". En ellos se incrementa el volumen de plasma que es el medio en el que flotan las células en la sangre. Esto hace parecer que haya menor porcentaje de células rojas y que se considere anemia, cuando es un hecho fisiológico. Cuando estamos unos días sin entrenar, esta "falsa anemia" desaparece.

Pero hay otras maneras de valorar de forma indirecta, la posibilidad de producir una anemia a medio o corto plazo. Esto se consigue mediante la valoración de los depósitos de hierro en el organismo, midiendo los niveles de dichos depóitos:

La ferritina nos da una idea de los depósitos de hierro de los que disponemos. Cuando ésta se encuentra baja pero aún no ha disminuido el número de células rojas, no hay anemia, pero este hallazgo nos indica que estamos predispuestos a sufrirla en un corto período de tiempo. Hay que suplementar con hierro oral.

El hierro es fundamental para formar compuestos transportadores de oxígeno como es la hemoglobina en la sangre y la mioglobina en el músculo. La cantidad de hierro que se absorbe, va a depender de la cantidad de hierro almacenado. Raramente se absorbe mas del 20% del hierro contenido en los alimentos que se consumen. Ojo a la obsesión por los carbohidratos que pueden tener los deportistas sobre todo, descuidando así el consumo de carne, y por tanto, disminuyendo el aporte de hierro.

¿Cómo se trata la anemia? En primer lugar, la prevención. Si nos dedicamos a la práctica deportiva de forma intensa y mantenida, es necesario suplementarnos con productos que lleven hierro y proteinas especiales así como aminoácidos ramificados, glutamina…..aparte de una alimentación sana y equilibrada. Si a pesar de todo ello el hemograma refleja la presencia de anemia, deberemos tratarla con hierro mediante los preparados que hay en el mercado a día de hoy. Lo normal es repetir la analítica a los tres meses y reevaluar la situación. Si hemos seguido el tratamiento prescrito, la situación habrá cambiado y nuestros niveles de hemoglobina en sangre así como los depósitos de hierro, habrán recuperado los niveles normales.

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