Así fueron las anteriores crisis de Rubi

Joan Francesc Ferrer Sicilia, 'Rubi', bien sabe lo que es atravesar por una mala racha de resultados y tiene experiencia en la materia como para salir airoso de la crisis en la que la UD Almería se encuentra sumida desde el arranque de 2022, que ha llevado al conjunto rojiblanco a acumular cinco jornadas sin ganar (Cartagena, Las Palmas, Lugo, Eibar y Oviedo) y, por tanto, a no conocer la victoria en lo que va de año nuevo tras vivir un enero negro condicionado por multitud de variables como la suspensión del partido en Lugo, el brote de coronavirus, la marcha de Sadiq con Nigeria o las lesiones de los arietes Juan Villar y Dyego Sousa.

En su dilatada trayectoria profesional, que abarca ya quince temporadas como primer entrenador y alguna más como ayudante dentro del organigrama del Girona y del FC Barcelona, Rubi las ha visto de todos los colores. Su periplo en los banquillos arrancó a nivel profesional al frente del Sabadell la campaña 2004-2005 en el grupo III de Segunda B (antes había estado en el Vilassar de Mar y L'Hospitalet en Tercera). La experiencia no resultó demasiado grata, ya que terminaría siendo destituido en la jornada 25ª, cuando el equipo arlequinado ya había dejado atrás una racha de siete partidos sin ganar entre las jornadas 11ª y 17ª.

En el curso 2006-2007 aterrizaba en la cantera perica para dirigir al filial del Espanyol. Ese año también acumularía siete jornadas sin ganar (de la 32ª a la 38ª) para acabar en el puesto 13º con 49 puntos. El año siguiente, también en el cuadro albiazul, iría peor al acumular 8 duelos sin sumar los 3 puntos (entre la 3ª y la 14ª jornada), siendo destituido en la 28ª. Aquel año el Espanyol B caía a Tercera.

No le fueron mejor las cosas al frente del Ibiza en la 2008-2009, donde apenas aguantó once jornadas, acumulando cinco de ellas sin ganar (entre la 7º y la 11ª) antes de ser cesado. El conjunto isleño descendería a Tercera al final del curso.

Las cosas empezaron a enderezarse en su periplo al frente del Benidorm, al que dirigió en la 2009-2010 para situarlo en un meritorio 6º puesto con 64 puntos del grupo III de Segunda B. Su mala racha de aquella campaña fueron media docena de jornadas sin ganar entre la 25ª y la 30ª.

El salto a la categoría de plata se produjo en la 2012-2013, cuando tras ser ojeador y analista del Girona le daban las riendas del primer equipo, cuajando una gran fase regular para acabar en el 4º puesto con 71 puntos, siendo eliminado por el Almería de Javi Gracia en el play-off de ascenso. Ese año la peor racha fueron 4 jornadas sin ganar (de la 22ª a la 25ª).

En la 2014-2015 lo reclutó el Real Valladolid en busca del ascenso a Primera. Al frente del cuadro pucelano hizo unos números muy similares, acabando en 5º lugar con 72 puntos para disputar la fase de ascenso sin suerte. El bache ese año volvió a ser de cuatro partidos sin ganar entre las jornadas 12ª y 15ª.

En la 2015-2016 el Levante iba a darle la oportunidad de estrenarse en Primera División. Aterrizó en la décima jornada para intentar hacerlo reaccionar tras un mal arranque y al poco encadenó seis partidos sin ganar (de la 13ª jornada a la 18ª). Pese a que aguantó hasta final del curso no logró eludir el descenso granota. Tampoco pudo ejercer de salvador del Sporting de Gijón un año después en la máxima categoría. Firmó en la jornada 19 y entre la 29 y la 35 estuvo siete partidos sin ganar para acabar descendiendo a Segunda.

La espina lograría quitársela en la 2017-2018 cuando lograba su primer y único ascenso a la máxima categoría hasta la fecha al frente de la SD Huesca, finalizando 2º en la tabla con 72 puntos. La paradoja de aquel logro es que el cuadro azulgrana estuvo 8 jornadas sin ganar (entre la 27ª y la 34ª), dilapidando toda la ventaja que había acumulado para terminar logrando el objetivo en el 'rush' final, por lo que muchos aficionados del Almería se aferran a este precedente para seguir viendo el vaso medio lleno y evitar que cunda el pánico.

En la 2018-2019 cambió el Huesca por el Espanyol y logró clasificar a los pericos a la Liga Europa como séptimos clasificados (53 puntos) pese a haber atravesado una crisis de seis jornadas consecutivas perdiendo entre las jornadas 12ª y 17ª.

Ese logro europeo le valió el pasaporte para firmar por el Real Betis en la 2019-2020, donde no pudo cumplir con las expectativas, siendo destituido tras la jornada 30ª después de haber estado seis partidos sin ganar entre la 21ª y la 26ª. Era la cuarta y hasta la fecha última ocasión en la que Rubi ha sido cesado como primer entrenador (antes lo había caído en Sabadell, Espanyol B e Ibiza).

Al frente de la UD Almería en la actualidad, atraviesa lo que podría considerarse su 'bache anual' concatenando ya cinco partidos sin lograr la victoria. El máximo en su trayectoria han sido ocho sin ganar y el mínimo cuatro, por lo que de no sacar adelante el choque ante el Ibiza de este viernes (21:00) estaría en su media.

Rubi ha dirigido 414 partidos a nivel profesional que arrojan un saldo de 158 triunfos (38%), 113 empates (27%) y 143 derrotas (35%). Con Sadiq ya disponible durante toda la semana para preparar bien la cita en los próximos entrenamientos y la progresiva recuperación de efectivos, Rubi espera que este bache que derivó en crisis no acabe convirtiéndose en depresión.