El arrecife de las PIRAGUAS
Prodesur realiza una ruta acuática por el Cabo de Gata, una de las aventuras más espectaculares que oferta · Junto al deporte, el aspecto formativo y de concienciación ecológica es fundamental para los monitores de la empresa
Almería tiene rincones para aburrir. Desierto, montaña, llanuras y playa. ¿Quién da más? Pocas ciudades poseen paisajes tan dispares en tan pocos kilómetros cuadrados. Desde el Cabo de Gata, un parque natural subdesértico regado por las cristalinas aguas del Mare Nostrum, la vista llega a ver las primeras nieves que caen en invierno sobre las serranías aledañas. Un privilegio que tiene el almeriense al alcance de su mano y que en la mayoría de casos ni conoce.
Ésa es una de las principales razones de la existencia de Prodesur, una empresa de servicios deportivos, especializada en actividades en la naturaleza y de ocio. Juan José Girona, gerente de la organización, y todo su grupo de monitores son unos enamorados de todo lo que el planeta tierra nos lleva ofertando desde el comienzo de los tiempos. Su lema está claro: "La naturaleza es nuestro despacho".
Entre las muchas y diversas actividades que Prodesur ofrece a sus clientes en cualquier época del año, que se realizan en cualquier medio natural, una de las más impactantes en la ruta en kayak por el Parque Natural de Cabo de Gata. Navegar y poder tocar con tus propias manos las grandes rocas, talladas con el paso del tiempo y por la voracidad con que las olas allí se estrellan, que forman el Arrecife de las Sirenas es algo impagable. El deporte se mezcla con la experiencia que supone encallar con tu propia embarcación en el milenario magma solidificado que, según la leyenda, se encargaba de hundir los barcos desorientados por el bello canto de las sirenas que se acercaban demasiado a la orilla. Además, el cliente tiene la oportunidad de conocer cuevas subterráneas por las que bucear y puede ver la posidonia oceánica que todavía queda en la barrera litoral. La belleza de todo lo que sus ojos ven provoca que cualquier ser humano se pregunte si realmente está actuando correctamente con el medio natural, que no tiene más defensa que la de ofrecernos todas sus virtudes mientras no las terminos de destrozar.
Los monitores de Prodesur, además de enseñar al cliente todos los trucos para montar en esta ocasión en piragua, también lo forman medioambientalmente y en el apartado turístico. Y es que la carretera que sube al faro de Cabo de Gata muestra una faz del paisaje, pero hay calas que se mantienen alejadas de la mano humana y mantienen un encanto que cautiva. Así, el barrio de La Fabriquilla le debe su nombre a una pequeña factoría que había escondida entre los riscos, hoy cerrada, pero a cuyos pies se han modelado una majestuosa piscina natural.
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