A por un bronce casi dorado

La selección española de balonmano intentará ante Croacia colgarse su tercera medalla de bronce después de que en Atlanta y en Sidney se subiera al tercer peldaño del podio, aunque no será fácil por la categoría del rival y por las sensaciones que dejó el equipo ante Islandia.

España vio como los escandinavos cerraban de un portazo su acceso a la final, pero lo más preocupante fue la falta de consistencia de los de Pastor. Islandia acribilló a contraataques a los españoles, que perdieron numerosos balones y no ajustaron su defensa.

Alberto Entrerríos sigue tocado para hoy. No está al cien por ciento, pero preocupa más la defensa. España no puede ganar si recibe 36 tantos. Su línea exterior puede meter goles porque Iker o Malmagro han tenido momentos de inspiración, pero para defender no hay que tener inspiración sino voluntad y concentración.

España ha defendido bien en algunas fases, sobre todo cuando David Davis salió en el avanzado (5-1). Lo hizo ante Croacia en el primer partido en una fase corajuda en la que a punto estuvo de remontar. Españoles y croatas ya se han visto las caras en este torneo olímpico. Fue en la primera jornada y los balcánicos ganaron (31-29), a pesar de que ese día perdieron muy pronto a Ivano Balic, quien ya se ha recuperado de su lesión muscular.

El bronce es ahora lo máximo. Tal y como ha ido el torneo de Pekín, ese medalla podría tener adherida la etiqueta de éxito. El bronce sería dorado. Croacia es la actual campeona olímpica y su potencial le permite posicionarse como favorita en este partido que se disputará a partir de las 7:30.