Otros capítulos de la FEF con Almería

J.l. Bretones

06 de marzo 2015 - 05:02

Siempre han sido los equipos modestos los preferidos de la FEF para dar escarmientos ejemplares sin antecedentes en la historia del fútbol español. Recordamos al Almería, con diferentes siglas.

La historia comienza el 20 de junio de 1976. Jugaban la promoción de ascenso a Segunda la AD y el Tarrasa. Aquel día, en tierras catalanas se produjo un empate a uno. La vuelta en el campo de tierra de La Falange se presumía fácil. Pero sucedió lo increíble. El portero almeriense, Hierro había jugado los 44 partidos de Liga sin problemas. Pues bien, al Almería se le dio por perdida la eliminatoria ¡por alineación indebida! El partido de vuelta no llegó a jugarse. La ciudad entera se echó a la calle con pancartas como 'Porta a la horca' pero todo fue inútil. La FEF fue inflexible.

La segunda cacicada de la Federación con el Almería sucedió en octubre de 1981. La AD Almería acababa de descender a Segunda con importantes deudas con jugadores. Aquel año se estrenó una norma por la que los futbolistas que no cobraban podían denunciar ante la FEF quien tomaría cartas en el asunto. Al Almería se le prohibió fichar, pero los fichajes se produjeron y la Liga comenzó sin problemas. El drama llegó a partir de la jornada sexta. El Almería ganó en La Coruña, Mallorca y Vigo y la FEF animó a estos equipos a denunciar alineación indebida. Eso hicieron y los federativos se ensañaron con el débil: anularon las fichas de los nuevos, hubo que repetir los partidos y se le descontaron cuatro puntos. Jugadores y directivos se encerraron pero todo fue inútil. Se acabó el año a duras penas y, al final, la AD desapareció.

El tercer ensañamiento con el débil se produjo en junio de 1984. De nuevo en una promoción de ascenso, Poli Almería-Endesa de As Pontes. En la localidad gallega se perdió 1-0. Es cierto que hubo un baile raro de dorsales de los jugadores, cuando éstos no tenían un número fijo, con el fin de evitar bajas por acumulación de tarjetas para el partido de vuelta. Todo estaba dispuesto para remontar la eliminatoria pero... El rival se enteró y denunció alineación indebida. Parecía que el caso Hierro se iba a repetir. Pero el presidente del Endesa era un bocazas y largó cosa fina de Pablo Porta y sus adláteres. El fallo fue rotundo: dar por perdida la eliminatoria al Poli por alineación indebida. Pero la FEF hizo pagar al presidente bocazas su osadía de meterse con ellos, aceptó el recurso del Almería, ordenó jugar el partido de vuelta el 20 de junio a las seis de la tarde. Bajo una temperatura de 30º, los gallegos cayeron por 2-0. Los valientes señores de la FEF volvieron a ensañarse con el equipo modesto; sólo que en este caso, no era el Almería el más perjudicado.

stats