La carabela portuguesa y el shock anafiláctico

La Consulta del Especialista

Es la reacción más grave y peligrosa que existe, pudiendo llegar a ser mortal; la reacción del organismo es tan severa que en minutos es capaz de originar el fallecimiento

Este verano apareció una carabela portuguesa en la playa de Los Muertos.
Este verano apareció una carabela portuguesa en la playa de Los Muertos. / Jesús Marín Bernet
Doctor Antonio Ríos Luna

Almería, 13 de julio 2019 - 12:17

EL shock anafiláctico es la reacción alérgica más grave y peligrosa que existe, pudiendo llegar a ser mortal. Se produce cuando el organismo entra en contacto con un alimento o sufre una picadura de un insecto o medusa del que es alérgico o un medicamento. La reacción del organismo es tan severa que puede llegar a producir la muerte en cuestión de minutos. Ejemplos que vemos en estos días, la famosa carabela portuguesa y su terrible picadura o la temida avispa asiática que se está asentando en el norte de España.

En cuanto a los alimentos, hay ocho identificados por la ley como los causantes del mayor número de alergias, por lo que deben identificarse en el envasado y son:

-Leche.

-Huevos.

-Pescado (por ejemplo la perca o el lenguado)

-Bac-Crustáceos (cangrejos, langostas, camarones...).

-Frutos secos (almendras, nueces).

-Cacahuete.

-Trigo.

-Soja.

Estos ocho alimentos, y cualquier ingrediente que contenga proteínas derivadas de uno o más de ellos, se encuentran designados en la ley FALCPA (Ley sobre el Etiquetado de Alérgenos Alimentarios y Protección al Consumidor) como los principales alérgenos alimentarios.

Lo más habitual es que se produzca una reacción en la zona de contacto con el alérgeno que suele ser la piel: enrojecimiento, picor, ronchas son las manifestaciones más habituales. Pero cuando la reacción es más severa, entonces el organismo desencadena una reacción descontrolada de consecuencias fatales.

¿Cómo se manifiesta un shock anafiláctico?

La sintomatología aparece en cuestión de minutos. Cuanto más pronto aparece más grave y serio será el cuadro. Se involucra prácticamente todo el organismo, de ahí la denominación de shock, y puede provocar el fallo de varios sistemas vitales dentro del organismo:

-Piel: aparecerán habones o ronchas en la zona de contacto con el alérgeno o la picadura. Sin embargo, si el causante ha sido un alimento o un fármaco, la reacción inflamatoria con picor se extenderá por todo el organismo.

-Aparato respiratorio: es quizás la zona más sensible. Se pueden producir sibilancias que son como “pitos” que se pueden escuchar si estamos cerca del paciente. Es producto del cierre de bronquios por un espasmo provocado por el shock que inflama la mucosa que recubre y tapiza dichas tuberías respiratorias que son los bronquios. Si los bronquios se cierran, no llega oxígeno a los pulmones, pudiendo provocar una insuficiencia respiratoria y la muerte. Además, se puede inflamar la glotis, que es la válvula que regula la entrada de aire en la tráquea y que evita que la comida se vaya al pulmón cuando tragamos. La glotis se puede inflamar junto a las cuerdas vocales que se encuentran muy cerca, provocando el cierre de la zona y la imposibilidad de respirar. Otros síntomas son dolor en el pecho, aumento de la frecuencia respiratoria (taquipnea).

-Aparato digestivo: náuseas, vómitos, diarrea o dolor abdominal, sobre todo cuando es un alimento el responsable del cuadro alérgico. Hay una reacción inflamatoria que involucra a la mucosa que recubre al tubo digestivo y causa esa reacción.

-Aparato circulatorio: aumento del ritmo cardíaco (taquicardia), hipotensión que puede provocar un cuadro sincopal con el mareo, pérdida de conocimiento, aturdimiento, confusión, y aumento de la sudoración.

Todo ello en cadena provoca una reacción en el organismo que puede llegar a desencadenar un fallo multiorgánico por falta de aporte de oxígeno a los órganos que puede ser fatal.

¿Cómo actuamos ante un shock anafiláctico?

Hay que decir que es una URGENCIA VITAL y que no podemos ni debemos perder tiempo en avisar al 112 o 061. Cualquier demora en el tratamiento puede tener consecuencias catastróficas.

Es importante tranquilizar al paciente ya que la ansiedad del cuadro puede hacer que respire con más dificultad y agrave la sintomatología. En el caso que no haya perdido el conocimiento, es importante estar pendiente de la respiración, si aparecen los pitos, si hay dificultad respiratoria. El paciente se coloca boca arriba con la cabeza ligeramente ladeada por si vomita y que no se produzca ninguna aspiración hacia los pulmones. Le aflojamos la correa, los botones de la camisa o cualquier cosa que puede provocar una compresión como anillos. Si el cuerpo se inflama puede ser imposible extraerlos más adelante. Las piernas deben permanecer elevadas para favorecer el retorno venoso y mejorar la hipotensión. En el caso que se encontrara inconsciente, debemos colocarlo en posición de seguridad que es de lado. La boca y la nariz siempre deben estar despejadas.

Una vez en el hospital, lo más habitual es administrar dosis de adrenalina, antihistamínicos o corticoides para reducir el cuadro inflamatorio

Una vez en el hospital, lo más habitual es administrar dosis de adrenalina, antihistamínicos o corticoides para reducir el cuadro inflamatorio y revertir el shock. Si la vía respiratoria se encuentra comprometida, es posible que haya que intubar al paciente. Si eso no fuera posible, se puede realizar una traqueotomía que es abrir un orificio en la traquea, por debajo del estrechamiento de la glotis y así poder hacer llegar el oxígeno a los pulmones.

Es frecuente que aquellas personas que sean sabedoras de sufrir episodios severos de alergia, lleven consigo un “kit de supervivencia” que incluye una jeringa con adrenalina para administrarla en caso de entrar en contacto con el alérgeno, por ejemplo, una picadura de avispa. Se inyecta intramuscular y revierte el cuadro de forma instantánea en cuestión de segundos. Si pasados 15 minutos persisten los síntomas, se puede volver a administrar otra dosis y traslado al hospital para permanecer en observación por si se produjera una reacción alérgica más tardía.

En el caso de sufrir una picadura de medusa, debemos quitar los restos de medusa sin frotar y lavar con abundante agua salada o agua de mar, aplicar agua con bicarbonato, aplicar hielo seco a intervalos. No hay que aplicar agua dulce, ni amoniaco, ni alcohol, no hay que frotar la zona afectada, ni aplicar vendajes a presión y, excepto en casos muy específicos, tampoco hay que aplicar vinagre.

En el caso de la avispa, deberemos intentar retirar el aguijón cuidadosamente, evitando introducirlo más profundamente.

stats