La celiaquía en los deportistas

Intolerancia al gluten. Para un deportista profesional sólo es importante cuando no se le ha diagnosticado Síntomas. Malestares digestivos, anemia, cansancio y pérdida de peso

Djokovic, que acaba de recuperar el número 1 del mundo en Londres, por lo que recibió esa copa, es celíaco.
Djokovic, que acaba de recuperar el número 1 del mundo en Londres, por lo que recibió esa copa, es celíaco.
Antonio Ríos

16 de noviembre 2014 - 05:02

NO se conocía demasiado en el ámbito del deporte profesional, de esta intolerancia, si exceptuamos a los pacientes y familiares, hasta que Djokovic publicó su libro al respecto. Para él, esta supuesta debilidad le había hecho más fuerte y disciplinado, un antes y un después. La intolerancia al gluten para un deportista profesional sólo es importante cuando aún no se ha diagnosticado, debido a los continuos malestares digestivos, anemia, cansancio y pérdida de peso. Con el diagnóstico sobre la mesa, todo es más fácil. Este trastorno pasa completamente desapercibido si se evitan aquellos alimentos que provocan la reacción del sistema inmunitario contra las vellosidades del tubo digestivo, impidiendo que se absorban los nutrientes; a saber, trigo, cebada, centeno y posiblemente avena. En lo que respecta a la dieta, como cualquier deportista en lo que respecta a las proteinas o grasas animales y vegetales. En lo relacionado a los carbohidratos, pasta, pan y arroz sin gluten. La suplementación especial que se usamos para recuperar a los jugadores después de los partidos o entrenos especiales, así como la mayoría de los geles, no suelen incluir gluten. La mayor merma que puede producir la celiaquía es en el bolsillo, ya que, los alimentos son más caros que los habituales. En cuanto a capacidad física, el rendimiento como el que más.

¿En qué consiste?

La enfermedad celíaca (EC) es un intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada, centeno y probablemente avena que se presenta en individuos genéticamente predispuestos, caracterizada por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes.

La prevalencia estimada en los europeos y sus descendientes es del 1%, siendo más frecuente en las mujeres con una proporción 2:1. Las personas que la padecen se encuentran predispuestos genéticamente a padecerla. Sin embargo, no todas las personas portadoras de los genes malditos, desarrollarán la enfermedad; potencialmente son susceptibles de padecerla pero no hay un 100% de posibilidades de sufrirla.

¿Cómo se manifiesta?

Inicialmente se pensaba que esta enfermedad se manifestaba únicamente desde el punto de vista digestivo, con diarrea o estreñimiento, pero puede conllevar algo más. Como las células encargadas de la absorción de los nutrientes en el tubo digestivo, se producen fenómenos de malabsorción de nutrientes y con ello, la presencia de anemias ferropénicas al no absorberse el hierro, cansancio y fatiga como consecuencia de la mala alimentación, alteraciones en el carácter como depresión o ansiedad. Hay que decir también que esta intolerancia puede dar la cara de varias formas y no tiene por qué presentarse igual en niños que adultos. En los más pequeños, como corresponde a personas en crecimiento, puede ser la causa de una talla baja, alteraciones en el color de los dientes o pelo y uñas frágiles; incluso algunas alteraciones del comportamiento como el autismo o la hiperactividad se pueden asociar a la celiaquía.

¿Y el diagnóstico?

Mediante un examen clínico cuidadoso y una analítica de sangre, que incluya los marcadores serológicos de enfermedad celíaca (anticuerpos antigliadina, antiendomisio y antitransglutaminasa tisular) se establece el diagnóstico de sospecha de la enfermedad.

¿Cómo afecta a un deportista profesional?

Como hemos comentado antes, la intolerancia al gluten es un problema mientras no se ha diagnosticado. Debido a lo florido de la sintomatología, puede ser un auténtica pesadilla tanto para el médico como para el paciente. Una vez se conoce el problema, todo es más fácil. Sólo hay que ser una persona disciplinada y algo metódica a la hora de pregunta y conocer cuáles son los productos que se deben consumir; en casa no es tanta molestia como cuando se come fuera, ya sea, ir de tapas, postres…..

El caso más cercano que conozco es el del capitán de la UD. Almería, Miguel Corona. Como responsable médico del equipo, siempre informamos a los hoteles donde nos concentramos de que existe un jugador con esta intolerancia; nunca hemos tenido ningún problema; lo mismo intentamos con los geles y los productos para suplementación o bebidas especiales. Con respecto a carne, pescado o grasa, como cualquier persona. Nunca hemos detectado ninguna diferencia en cuanto a rendimiento físico en relación al resto de compañeros, así como ninguna predisposición a sufrir alguna lesión o patología; más al contrario, Corona es una persona tremendamente organizada y metódica, cuidadosa en su alimentación y hábitos. Lo mismo le ocurre al flamante número 1 del tenis mundial, Novak Djokovic. Para él, esta enfermedad se hizo presente, más allá de suponer un lastre o problema, ha supuesto una catarsis, una transformación.

Muchos nutricionistas insisten en que un campeón empieza a serlo en el plato, con lo que come. Eso debió pensar el serbio que decidió dar un cambio radical a sus hábitos alimenticios, evitando lo dañino y acercándose a otro tipo de alimentación, más orientado a lo vegetariano. Esta disciplina por obligación ha sido una de las claves para que se pudiera acercar a los Nadal o Federer. Lejos de ocultarlo o avergonzarse por considerarlo una posible ventaja a los rivales, lo hizo publico en su libro, a los cuatro vientos y que el mundo viera, que, ahora, es una persona diferente, gracias a la intolerancia al gluten.

Como en todas las patologías, es de agradecer la multitud de asociaciones y colectivos encargados de guiar a los nuevos diagnosticados por un camino nuevo. La desorientación inicial, el desconocimiento es menor si tenemos la mano de otro tendida hacia nosotros; sobre todo, cuando ese otro ha recorrido ya ese camino que empieza para los nuevos. Prestemos atención a nuestros hijos, si refieren alguno de los síntomas arriba relatados. La mejor cura para esta enfermedad, es un diagnóstico precoz. El cambio de hábitos, hace el resto.

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