UD Almería B | CP Villarrobledo

Los chicos de oro

  • Los de Esteban Navarro vencen por 2-0 al Villarrobledo, al que le endosaron un global de 8-3 en la eliminatoria final, y el filial almeriense retorna a la Segunda División B después de dos temporadas en Tercera

Aunque la próxima temporada jugará en bronce, este filial está formado por una plantilla de jugadores de oro. Ayer, sobre el césped del Mediterráneo, y tras dos temporadas en Tercera, el Almería B confirmó su regreso a la Segunda División B tras eliminar en la ronda final a un Villarrobledo al que endosó un global de nada menos que 8-3 (3-6 y 2-0), convirtiéndose en el primer conjunto canterano en la historia de la UDA que logra dar el salto a dicha categoría sin pasar por los despachos. Lo hizo en el campo, compitiendo a un nivel envidiable, donde cumplió su promesa ayer de despedir el curso con una victoria ante una afición que, por primera vez en mucho tiempo, vio un objetivo del club rojiblanco cumplido sin sufrimiento.

La primera la tuvo el filial, en un cabezazo de Sekou a centro de Javi Moreno a los dos minutos. El Villarrobledo, obligado a marcar cuatro goles y sin encajar ninguno, enseñó los dientes en el 5', en un centro muy peligroso de Piojo que no encontró rematador y que cayó en las manos de Albert Batalla. Los almerienses hicieron su partido, jugando con calma, tratando de tocar el esférico ante un oponente con más necesidades que volcaba su peligro en ambas bandas, aprovechando las subidas de sus laterales, pero que fue perdiendo el fuelle ofensivo del arranque al toparse con un Almería B muy bien posicionado y muy correcto en defensa. En el 12', Callejón la enganchó tras una asistencia de Óscar Moreno fuera del área pero su disparo se marchó muy alto. Mucho mejor colocado fue el de Acevedo en el 17', que soltó un zapatazo desde la frontal del área ante el que el meta local tuvo que lucirse para mandar a córner.

Los de Esteban Navarro pudieron sentenciar la eliminatoria en el 23', en un penalti cometido sobre Sekou que se dispuso a ejecutar Álex Corredera. El cancerbero foráneo estuvo acertado bajo palos y evitó un tanto que hubiese obligado a los suyos a marcar cinco goles. Tras esta jugada el duelo entró en una dinámica de muchas interrupciones, aunque fueron los de casa los que tuvieron más fluidez en el juego, como se esperaba, ante un rival que, para no dejar huecos, no se estaba arriesgando aún demasiado, por no decir nada. Dejó al filial ganar terreno y el cuadro almeriense no perdonó en el 43'. Jugada por banda derecha de Javi Moreno que, tras dejar atrás a un rival, se internó en el área y cuando se disponía a perfilarse para disparar perdió el balón ante la entrada de un defensor. El rechace le cayó a Óscar Lozano, que le pegó con potencia desde el borde del área para batir a Mateo. Con el 1-0 y un global de 3-7, el choque llegó a su ecuador.

Se volcó desde el inicio de la segunda el conjunto roblense en busca del gol. No le quedaba otra. El marcador y el crono corrían muy en su contra y, al igual que pasó en la ida, el filial aprovechó su ventaja para tratar sorprender a la contra a un oponente que, ahora sí, se arriesgó. En el 51', Berni, a centro de Acevedo, probó suerte con un fuerte disparo desde fuera del área que paró Batalla. Un minuto más tarde, Sekou cazó un balón largo y rozó el segundo tanto rojiblanco al intentar hacer un globo con la testa a Mateo, pero el cancerbero fue con fuerza e impidió que el ariete rojiblanco rematase bien. También pudo llegar el 2-0 en un centro envenenado de Lozano en el 57'. Sí llegó en el 64', en un robo de balón de Sekou a Perona. El delantero encaró a Mateo y se la coló por debajo de las piernas al meta visitante con una definición magistral. Dejó el Villarrobledo tocado y hundido.

Quitando la que disputó ante la Arandina (0-0 y 3-2), el Almería B fue dominador absoluto, tanto en el marcador como en juego, frente al Villarrubia en la primera eliminatoria (1-4 y 3-1) y en la final ante los roblenses (3-6 y 2-0). Darío Guti, en el 79', que llevaba un minuto en el campo, rozó el tercero en un mano a mano en el que aguantó muy bien Mateo, que sin duda fue uno de los mejores de su equipo. Ya en los últimos minutos, Iván Martos tuvo el 3-0 en su botas, pero su disparo fue despejado a córner por el meta foráneo. Ya rendido el un cuadro manchego que se dejó la piel, pese a todo, Corredera lanzó una falta en el 91' que se marchó besando el larguero. Un minuto más tarde vería la roja por una dura entrada Pedro, y es que los visitantes, entre la impotencia, el cansancio y quizás el tremendo calor, empezaron a perder los nervios. Poco más se vio hasta el pitido final que dio comienzo a una esperada y merecida fiesta en el Mediterráneo. Los jugadores lo celebraron sobre el verde y posteriormente en su vestuario en cuya puerta estuvo Alfonso García, Ibán Andrés, Corona y varios directivos rojiblancos además de familiares y excompañeros como el meta Gianfranco.

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