UD ALMERÍA | El Acta de Vivancos

El crecimiento sostenible de Turki

  • Pienso que se ha dado un pequeño salto de calidad en el banquillo para la siguiente etapa

  • Confío en que la plantilla también va a salir reforzada

Turki Al-Sheikh dialoga con Joao Gonçalves, asesor deportivo de la UDA, en Cornellá

Turki Al-Sheikh dialoga con Joao Gonçalves, asesor deportivo de la UDA, en Cornellá / UDA (Barcelona)

Se supone que el proyecto de Turki ya ha pasado por su etapa más delicada, deportivamente hablando. El agónico ascenso en aquel tercer año clave desde la llegada del mandatario saudí, unido a la trascendental permanencia no menos agónica nada más aterrizar en Primera, con un límite salarial todavía escaso, le ha permitido a la UDA avanzar sin más obstáculos en busca de su verdadero objetivo, el de competir por una plaza europea en pocas temporadas.

Esperemos que a partir de la próxima campaña se vaya luchando por intentar salvar la categoría dos o tres jornadas antes del final de liga y así ir progresando durante los siguientes cursos de forma sostenible, sin grandes alardes ni bombas, que tan pronto te ves en Champions como, en un abrir y cerrar de ojos, en Primera RFEF. Me da que en Málaga lo pueden explicar mejor. No hay que olvidar la trayectoria que ha llevado la UDA desde que aquel 2 de agosto de 2019 Turki comprara la mayor parte de las acciones del club.

A veces puede parecer sencillo, pero no lo es cuando un club es capaz de permanecer tres temporadas seguidas en los puestos nobles de una categoría tan traicionera como la Segunda, para acabar ascendiendo como campeón. Así lo hizo la UDA de Turki, sin bajar el nivel en ningún momento, cuando estamos hartos de observar cómo grandes entidades están a un paso de ascender y a la temporada siguiente, con una plantilla similar, no pasan de la mitad de la tabla o incluso coquetean con el descenso. Uno de los últimos ejemplos, el Tenerife.

Hay que saber echar la vista atrás y reflexionar en frío sobre la trayectoria con la propiedad saudí, jalonada con el colofón de la ansiada permanencia en Primera. Todo esto lo comento porque a veces la afición exige de más sin calibrar la dificultad de permanecer en la máxima categoría (que se lo digan al Valladolid de Ronaldo) o la angustia por ascender (que se lo digan al Alavés). Tampoco nos podemos olvidar de las ventas millonarias, nunca vistas por estos lares, de los tres puntas adquiridos como Darwin, Sadiq y últimamente  El Bilal, que le están permitiendo crecer al club con más rapidez y solvencia en aras del objetivo marcado.

Es que no hay otra manera de prosperar, si no que se lo pregunten al Sevilla o al Borussia de Dortmund, a otro nivel, claro. Por supuesto que se han cometido errores, quien no lo haya hecho en su vida que levante la mano, pero todo lo expuesto unido a la presente y futura remodelación del Power Horse y a la adquisición del terreno para la gran ciudad deportiva que se vislumbra, hace que un servidor tenga la certeza de que el momento más delicado pasó de largo y que a partir de ahora el crecimiento de la entidad será imparable.

El nuevo encargado del timón de este barco que ha sorteado la tempestad se llama Vicente Moreno. Su suerte será la de todos los almerienses. Pienso que se ha dado un pequeño salto de calidad en el banquillo para la siguiente etapa y confío en que la platilla también va a salir reforzada, dentro de ese crecimiento sostenible que tanto he repetido en el presente escrito, similar al de un equipo como el Villareal, forjado a través de los años. Las bombas, las grandes apuestas de banquillo o de jugadores estrella que desestabilizarían al plantel, para el que quiera figurar una o dos temporadas y después, si te he visto no me acuerdo...

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