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Una década después, Molo

  • Aquel bisoño central que debutó con Paco Flores es hoy un jugador hecho y derecho, que por primera vez se enfrentará a la UDA

  • Superó hasta tres operaciones de rodilla

Molo, a la derecha, en un amistoso ante el Valencia B.

Molo, a la derecha, en un amistoso ante el Valencia B. / diario de almería

Las cicatrices en ambas rodillas son su marca guerra, son la mejor demostración del sufrimiento que ha superado Molo para hacerse con un nombre y un puesto en el fútbol profesional español. Mucho han cambiado las cosas desde que en 2006 debutara en la categoría de plata de la mano de Paco Flores en las filas de la Unión Deportiva Almería. Incluso una temporada después formó parte de la plantilla del ascenso a Primera con Unai Emery, que casi se consigue en el Artes Carrasco de Lorca, estadio en el que hoy juega como local.

Aquellos eran los inicios de una carrera que se prometía apasionante. La ilusión estaba intacta, hasta que escuchó un crack en su rodilla. Como luchador nato que es, Molo se ha sobrepuesto a tres operaciones de ligamento cruzado anterior y ha conseguido regresar por méritos propios a la categoría de plata después de años en Segunda B en Guijuelo, Lleida y Lorca, equipo con el que logró el ascenso hace un par de meses. "Imagínate cómo puedo estar de ilusionado al volver a Segunda División después del calvario que he pasado. Pasé años malísimos, pero gracias a Dios, con el trabajo y el apoyo de mucha gente he conseguido pasar esos obstáculos. Me siento físicamente muy bien y sólo tengo ilusión por lo que viene".

"Soy de los que piensan que cada uno tiene que ponerse el límite que quiera. Con 29 años me rompí por tercera vez la rodilla en Lleida y podría haber pensado que era mi última oportunidad en el fútbol, pero puse coraje y lo he conseguido. Tuve la suerte de recalar en un gran proyecto en Lorca y ahora me encuentro con este premio. No hay que ponerse límites, hay que ir día a día y superar los obstáculos que cada uno tiene en el camino", y que le han llevado a ser uno de los poquísimos almerienses que ha llegado, mínimo, a la categoría de plata: "En la época de mi debut con Paco Flores estaban Francisco, Ortiz, Ricardo Molina, Gorri... Las hornadas van cambiando, Rubén Duarte y Joaquín son unos fenómenos, Dani Romera también está haciendo un gran trabajo. Yo siempre me muestro muy contento de que la gente de Almería triunfe. Soy feliz de ver a la UDA y Ejido triunfando, al Unicaja ganando Ligas... El que es de Almería siente felicidad por sus paisanos, sé lo que cuesta labrarse un camino en esto del deporte", apunta.

Una década después de marcharse del Estadio de los Juegos Mediterráneos, Molo vuelve a jugar ante su exequipo. Lo hará esta tarde, en un partido amistoso, no mucho antes de enfrentarse de forma oficial, puesto que Almería y Lorca vuelven a verse las caras en la jornada 4 del campeonato liguero. "No he tenido nunca la oportunidad de enfrentarme al Almería. Es mi ciudad, el equipo de mi tierra. Sea o no amistoso, es especial, diferente. Lo que importa es seguir preparando la competición de la mejor manera". Muchos serán los aficionados almerienses que viajen para ver el choque y reencontrarse, de esta manera, con aquel canterano de la época más gloriosa: "Siempre he sentido el cariño de la gente de Almería en los momentos malos de mi carrera con las lesiones. Les estoy muy agradecidos a todos los mensajes que me llegan desde allí. Mi familia es abonada del Almería y lógicamente deseo que ellos también cumplan sus objetivos".

Molo sólo piensa en seguir mejorando en el día a día y ponérselo complicado al míster a la hora de hacer las alineaciones. "Sinceramente no pienso en llegar al Mediterráneo como titular, sólo pienso a corto plazo, en el entrenamiento de cada día, en hacer bien mis ejercicios, en mejorar los aspectos tácticos, en ir cogiendo la carga física y poco más. El sábado [por hoy] hay un partido para medir cómo estamos y ya vendrá la temporada".

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