Mallorca-almería

La defensa piensa en las musarañas (4-1)

  • El equipo jugó más que el Mallorca, dominó casi todo el duelo, pero vuelve a caer víctima de unos errores 'made in Almería'. A falta de una jornada para terminar la primera vuelta, la situación es desoladora

Los aficionados del Mallorca miraban con desconfianza el once del Almería mientras calentaba, puesto que Oltra decidió que hasta nueve de los consiguieron la victoria en Copa por 3-4 repitieran. A excepción de Alves y Uche, que entró por Ulloa, jugador que parece tener el rol asignado de eterno suplente por muy bien que juegue y por muchos goles que marque, el Almería no varió el esquema que sorprendió y destrozó en la primera parte a los bermellones. Michael Laudrup, por contra, repitió el once que venció por 3-0 al Hércules y en que sólo había tres del pasado duelo copero.

Como si de un deja vú se tratara, el Almería tuvo en noventa segundos dos ocasiones claras para adelantarse: primero con un remate desde la frontal de Uche y después por medio de Piatti, que controló mal solo en el área y remató al lateral de la red. Sin embargo, ya se encargó la defensa de que el partido no fuese una repetición del jueves. Después de una falta peligrosísima que provoca Carlos García tras un balón que se come Michel, Alves despeja como puede el lanzamiento de De Guzmán y Ramis, incompresiblemente solo en el primer palo, marca de cabeza. Por muy buenas que fueran las sensaciones arriba, atrás la vida está cada día peor. Es el si no de un equipo que sólo ha sido capaz de dejar en un partido de los dieciocho que lleva disputados la portería a cero. Y así, que nadie se engañe, es imposible.

José Luis Oltra ha sabido dotar al equipo de mordiente y claridad a la hora de buscar la portería contraria, pero no encuentra la seguridad defensiva aunque haya probado con todos efectivos que cuenta la plantilla. El equipo no se descompuso pese al gol del Mallorca y buscó con sus armas el tanto de la igualada. A diferencia de con Lillo, el Almería no mareaba tontamente la perdiz y llegaba con peligro por bandas. Sin embargo, como no podía ser de otra manera, se echaban de menos los centímetros de Ulloa. Pero como en la etapa del tolosarra, las calamidades defensivas proseguían. Y lo del segundo tanto mallorquín difícilmente se volverá a ver en un campo de fútbol profesional.

Jakobsen, con el balón controlado junto a la línea de cal, tenía la intención de tirar un balón fuera para que atendieran a Pereira. Sin embargo, el lateral se duerme en los laureles y se queda mirando al tendido, lo que aprovecha Joao Víctor para robarle el balón y cedérselo a Víctor que marca. El gesto del Mallorca fue feo, antideportivo y reprochado por los almerienses; pero lo del danés es de auténtico pardillo. Los cadetes del club tienen más sangre. El 2-0, de la manera en que se produjo, sí que fue una losa muy dura para un equipo que tiene la moral por debajo de la suela de los zapatos.

Oltra decidió sentar a Jakobsen al descanso y dar salida a Ulloa. A buenas horas mangas verdes, pensaron algunos; los más optimistas, por su parte, se encomendaron a lo de más vale tarde que nunca. Pero no está el horno para bollos. Quizás lo que más rabia da y lo que más descorazona es que el equipo juega bien y no es inferior a sus rivales. Sin embargo, las lagunas en los puntos claves son su perdición. Sin Corona en el campo, M'bami es el encargado de sacar faltas y saques de esquina, y precisamente el camerunés no tiene un guante en su pierna.

Poco a poco pasaban los minutos y el Almería buscaba ese tanto que lo metiera en el partido. Y lo encontró, pero no le sirvió para absolutamente nada porque Acasiete firmó un nuevo capítulo en el manual de despropósitos. Unos segundos después del gran gol de Crusat, que colocó junto al palo derecho de Aouate el balón, el peruano se cayó ante Pereira, que aprovechó para regalarle el tanto a Nsue. Para reirse o llorar, eso ya lo eligen ustedes. El capitán rojiblanco protestó una posible falta, pero el 3-1 subió al marcador.

Si el Almería está muriendo por méritos propios, la suerte también lo deja desfallecer. Un cabezazo que iba dentro de Ulloa se estrelló en el cuerpo de Piatti que no pudo quitarse. Acto seguido, los rojiblancos reclamaron penalti en un balón que Kevin saca de debajo de palos. Incluso a Carlos García le anularon un tanto por fuera de juego cuando Pereira había hecho el 4-1. Otro partido que se marcha al garete y la lista va camino de ser interminable.

 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios