EL ACTA DE VIVANCOS

Otro desaguisado de Rubi, y van...

  • A Rubi no se le ocurrió otra cosa que ceder el centro del campo al Villarreal

  • El técnico catalán confirma sus extrañas decisiones cuando menos se esperan

Rubi, en la comparecencia de prensa posterior al encuentro

Rubi, en la comparecencia de prensa posterior al encuentro / Javier Alonso (Almería)

Cuando Rubi fichó por la UDA un aficionado del Betis me comentó los dos grandes errores del técnico catalán al frente del conjunto verdiblanco: las lagunas defensivas del Betis y sus extrañas decisiones cuando menos se esperaban. En verdad que aquel seguidor bético lo clavó y más adelante explicaré el porqué. Antes, un par de registros como prueba de que el Villarreal no era tan sumamente fiero como lo pintaban. Llegaba el submarino amarillo a Almería habiendo cosechado siete de los últimos 21 puntos en juego. Además llevaban los castellonenses en liga tan sólo una victoria como foráneos en los últimos cinco meses de competición. ¿Han quedado claras ambas estadísticas? ¿Las vuelvo a escribir? El algodón no engaña.

Por eso resulta incomprensible que Rubi haya vuelto a hacer otra de las suyas como en Bilbao, en Mallorca o en Girona, condenando a su plantilla, para que parezca peor de lo que realmente es. Los grandes entrenadores son los que colocan a sus jugadores sobre el campo para que les sea sencillo extraer lo mejor de sí, mientras que a su vez puedan ocultar sus deficiencias. En algunos choques, como ante el Barcelona, Rubi supo mostrar lo mejor de los suyos mediante un esquema adecuado, equilibrado, pero frente al Villarreal puso a su propio equipo a los pies de lo caballos. Con sólo conocer la alineación inicial uno se temía lo peor y así fue.

¿A quién quiso engañar Rubi con el 1-4-4-2?

Una de las virtudes del rival es la combinación en corto y para contrarrestarlo no se le ocurrió a Rubi otra cosa que ceder el centro del campo a su adversario. Comentó el técnico rojiblanco al término del encuentro que jugó con un 1-4-4-2, como ante el Barça. ¿A quién quiso engañar Rubi? Ese sistema hubiese cobrado más veracidad si se hubiera contado con centrocampistas de verdad, pero que se nos venda que Embarba puede actuar de medio es como afirmar que Corea del Norte es capitalista. Se apostó por no tener salida de balón (y casi renunciar al ataque) prescindiendo de Eguaras y hasta de Arnau (como siempre), a pesar de la ausencia de Melero, y por consiguiente se le cedió todo el control del juego al Villarreal ¿Quizá para que fuera adquiriendo confianza ante su mala racha de resultados? Surrealista, con Luis Suárez más bien pegado a una banda.

Fue hiriente recordar que en la primera vuelta, en Villarreal, se demostró que la diferencia entre los dos equipos no fue tan acusada como la provocada en el Power Horse Stadium por el propio Rubi. En la segunda mitad no sólo no se corrigió ese error, sino que si cabe se empeoró, pues Samu no era la pieza que se requería para la referida salida y control del esférico. Al final, lo que mal se planteó peor acabó y el Villarreal pareció un equipo solvente fuera de casa, cuando en realidad en esta temporada no lo estaba siendo.

Baena se tenía merecidos los abucheos por el menosprecio a la provincia que le vio nacer

Incluso, como reconoció la prensa de Villarreal al finalizar el choque, en presencia de Setién, se recordaron las dudas con las que venía un conjunto a un paso de caer en crisis de resultados, pero ahí estaba Rubi para volver a diseñar uno de sus extraños planeamientos y, por ende, colocar a su rival una alfombra roja. Si se cede así en casa, habrá que pescar fuera. Lo tiene que hacer el peor conjunto foráneo de la categoría tras la victoria del Elche en Mallorca. En cuanto a los abucheos a Baena, dos puntualizaciones: primero, el público paga y por consiguiente tiene derecho a expresar sus opiniones. Y segundo, se los tenía merecidos Baena dichos abucheos por su menosprecio en redes sociales a la provincia que le vio nacer.

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