Las lesiones tienen un punto de desgaste físico y otro componente de infortunio. En el caso de la UD Almería las dolencias de distinto tipo se han cebado con el plantel rojiblanco y a estas alturas de la temporada hasta una docena de futbolistas han tenido que pasar por enfermería por diferentes motivos, en tres de los casos por problemas de larga duración (Chumi, Martos o Nieto) y en otros cuatro por molestias musculares con reincidencia (Robertone, Carriço, Sousa y Ramazani).

La palma, no obstante, se la lleva en esta cuestión Juan Villar, con cuatro incidencias diferentes en su hoja médica. El atacante onubense ya arrancó torcida la campaña al sufrir en pretemporada una importante rotura fibrilar en la zona del cuádriceps que le impidió ponerse a punto pese a que estaba cuajando buenos amistosos. Luego, ya iniciada la Liga, padecía una luxación del hombro en el choque ante la Real Sociedad B, a la que le siguieron nuevamente molestias musculares tras medirse en Copa al Elche el 6 de enero y problemas en el abductor más recientemente. En su caso, además, ha tenido que convivir con doble infección por coronavirus, una de la pasada campaña y otra en la actual.

Tampoco ha tenido mucha suerte en su periplo como rojiblanco Daniel Carriço. El fichaje del central luso ya inspiró ciertas dudas por su historial de lesiones, que luego lamentablemente se ha corroborado. Pese a tenerlo Rubi entre algodones para hasta verlo en un punto óptimo, en su segunda aparición del curso, coincidiendo con la visita a El Molinón, caía lesionado muscularmente, algo que volvió a ocurrirle al poco de reaparecer frente al Fuenlabrada, teniéndolo en dique seco práticamente durante todo lo que va de competición.

Las mismas dudas por el aspecto físico acarreó en su día la contratación de Dyego Sousa, que llevaba cerca de un año sin jugar al máximo nivel. El brasileño con pasaporte portugués tampoco ha podido tener cierta regularidad. Unos problemas en el gemelo le impidieron ser de la partida en el momento que el equipo más lo necesitaba, coincidiendo con la convocatoria de Sadiq con Nigeria para la Copa de África, todo ello pese a intentar reaparecer en Copa el 6 de enero ante el Elche. Más recientemente el ex del Braga ha vuelto a padecer molestias musculares.

Para el argentino Lucas Robertone también ha sido un quebradero de cabeza el asunto muscular. Cayó lesionado el 9 de octubre ante Las Palmas y su intento de regresar de forma acelerada provocó una recaída que lo mantuvo más tiempo de baja. Tras recuperarse, nuevamente tenía que frenar la máquina por otra pequeña rotura fibrilar en el enfrentamiento ante el Mirandés.

Nieto sufrió la rotura del ligamento cruzado de la rodilla en Málaga

El cuarto jugador en pasar por la sala médica en dos ocasiones es Largie Ramazani. Al extremo belga no le han ido nada bien las visitas a las Islas Afortunadas, ya que regresó de Las Palmas lesionado y también lo hizo tras la visita a Tenerife, que le privó de jugar el pasado fin de semana ante el Girona por molestias en la rodilla.

De mayor alcance, sin duda, han sido las dolencias de Juanjo Nieto, Iván Martos y Chumi. El lateral diestro castellonense se rompía el ligamento cruzado de la rodilla en La Rosaleda, algo que pocas semanas después le ocurriría en La Romareda al central catalán, diciendo adiós al resto del campeonato. El zaguero gallego, por su parte, tuvo que operarse del metacarpiano del pie tras una acción fortuita en el choque ante el Mirandés y apura para intentar llegar a la recta final de la Liga.

Aitor Buñuel también ha tenido que lidiar más de dos meses con un esguince en la rodilla que se produjo en la visita a El Toralín para medirse a la SD Ponferradina y que cortó la progresión del carrilero navarro cuando parecía haberse hecho con la titularidad de partida para Rubi. 

Cierto alcance tuvo también la lesión en el abductor que se produjo José Carlos Lazo en el primer duelo de 2022, disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante el Cartagena. Entonces tuvo que marcharse subido en la camilla y estuvo alrededor de un mes y medio de baja. 

De menor enjundia han sido las de Giorgi Makaridze y Srdjan Babic. El arquero georgiano se marchó del duelo copero ante el Elche (ese día cayó también Villar en el calentamiento y Sousa) por molestias lumbares que luego le impidieron acudir a alguna que otra convocatoria, mientras que el defensor serbio no formó de titular en la visita al Zaragoza por problemas de espalda, si bien tuvo que ingresar en el campo por la grave lesión de Martos.

A todo ello hay que añadir la plaga de infecciones por coronavirus que asoló al vestuario rojiblanco durante el mes de enero y de la que pocos futbolistas pudieron librarse. En alguno de los casos, como el de Samú Costa, estando muy cerca de tener que ingresar en el hospital por las reacciones que experimentó.