Es el enemigo público

Mateu reverdece viejos laureles de cuando militaba en Segunda Coincidencia plena: no fue penalti

Pablo Laynez

23 de febrero 2015 - 05:02

Cada vez que la Federación designa los árbitros y en la casilla del Almería aparece el nombre de Mateu Lahoz, Alfonso García se echa las manos a los bolsillos, sabe cómo se las gasta un árbitro que le tiene una inquina especial al conjunto rojiblanco. Antes de que el balear, adscrito al colegio valenciano, fuera famoso y llegase a obtener la escarapela FIFA, Mateu había protagonizado dos arbitrajes de esos que nunca se olvidan entre los aficionados de cualquier equipo.

Almería y Mateu, un desconocido por entonces, militaban en Segunda. El primero iba camino de la máxima categoría con Emery y el segundo, para hacer méritos para seguirle los pasos, se lo quiso complicar. El primer atraco, en palabras del club, ocurrió en Murcia, cuando los de Emery ganaban por 1-2 en La Vieja Condomina y el colegiado tuvo tiempo en menos de media hora para echar a Acasiete, De Palmas y José Ortiz, y ayudar de esta manera a que el partido acabara 3-2.

Ni corto ni perezoso, en la segunda vuelta iba a liar un escándalo aún mayor en el Mediterráneo frente al Xerez. Expulsó a cuatro jugadores del Almería, Westerveld, Bruno, Mané y Crusat, y señaló un penalti en el minuto 96 a favor de los jerezanos cuando había añadido cuatro. Un 1-1 que le quitó dos puntos a lo de Emery y que le valió al colegiado para estar tres meses sin pitar a los almerienses. Hasta que volvió a hacerlo ante el Madrid B, ya por suerte con el ascenso conseguido, y volvió a dejar su impronta expulsando a Rodri nada más comenzar el choque.

Ya en Primera, sus arbitrajes no fueron tan descarados, hasta el pasado sábado en el Vicente Calderón. Como bien dijo Alfonso García en aquella temporada 2006-07, "cuanto menos nos pite, mejor para nosotros y para él".

stats