De estirpe 'Hispano'

Si hay una selección que en los últimos años está de moda, ésa es la de balonmano. Pero no sólo en los hombres, sino también en las mujeres. Los Hispanos y las Guerreras, las Guerreras y los Hispanos, dos combinados que tradicionalmente han sido seguidas sólo por los amantes de su deporte, pero que desde hace una década se han ganado el cariño de todos por su entrega y el divertido mote por su nobleza y su deportividad tanto en las victorias como en las derrotas.

Si la roquetera Carmen Martín es una de las líderes de las Guerreras, hoy por hoy no hay ningún almeriense entre los Hispanos. Pero los habrá, no dentro de mucho tiempo algún representante del balonmano de nuestra provincua vestirá la camiseta de España en busca de nuevos éxitos. El que más papeletas tiene para ello es Esteban López, un juvenil criado en la prolífera escuela del Freinet y que se ha convertido en una de las múltiples joyas que tiene entre sus filas el Club Deportivo Urci.

Con tan sólo cinco años, cuando todavía estaba aprendiendo a sumar y restar, Esteban quería practicar algún deporte. Normal, a esa edad apetece más un balón que un cuadernillo Rubio. Pero a diferencia de la mayoría de colegios, donde prima el fútbol sala o el baloncesto, el Freinet es el templo almeriense del balonmano y comenzó por lo más básico: botar la bola con las dos manos. "No tenía ni idea de qué deporte era el balonmano ni cómo se jugaba", recuerda el joven que descubrió unos valores que le están ayudando a triunfar en la vida desde una edad tan temprana: "El trabajo en equipo y la constante lucha es lo que más me gusta del balonmano. Empecé a jugar, seguí y no me podía ni imaginar que iba a llegar a la Selección Española".

Ni a él ni a nadie de su familia se le pasaba por la cabeza. La progresión de Esteban fue tan grande que el sueño de todo deportista no ha tardado en cumplirse. Triunfos a nivel autonómico y nacional, desde alevín a juvenil, hasta un reciente plata que luce con orgullo por encima del resto de trofeos. Con tan sólo trece internacionalidades en su haber, Esteban acaba de subirse al segundo puesto del podium en el Campeonato del Mediterráneo [la antesala de los Juegos Mediterráneos] en Pescara. Montenegro, Egipto... grandes selecciones cayeron ante las promesas hispanas, que sólo mordieron el polvo con Francia.

"Ha sido una experiencia inolvidable. Teníamos información de cada partido, fotos y autobuses para llegar al lugar de los encuentros. En el hotel nos encontrábamos con las demas selecciones con las que hablábamos en inglés, salíamos pa pasear por la playa de Pescara... ¡Y qué decir del ambiente de los pabellones, espectacular", explica el joven almeriense cuya cuenta anotadora ha aumentado considerablemente en tierras italianas, aunque el gol que más recuerda lo marcó hace algunos años: "Uno de mis favoritos fue cuando viajamos a Asturias para jugar mi primer campeonato con la selección andaluza, donde conseguimos clasificarnos para la final contra Madrid. Ganamos por un gol y yo tiré ese golpe franco a tiempo parado. Para mí ese momento fue importantísimo", como no podía ser de otra manera para un joven que está conociendo el deporte de élite.

Hace unos años, la carrera de Esteban habría terminado en Asobal con un buen sueldo. Sin embargo, el almeriense tiene claro que ahora lo primero son los libros. "No sé qué va a pasar con mi futuro. A mí me gustaría seguir estudiando y haciendo deporte. Tal y como está el balonmano en España, sólo unos pocos pueden vivir de ello", dice sensatamente el internacional que, además, ha encontrado en su familia el mejor apoyo posible: "Mis padres están encantados de que pueda seguir jugando al balonmano junto a mis hermanas. No se pierden ni un partido, me gusta que vengan a verme y cuando estoy en la pista, miro a la grada y los veo animando". Animando a un campeón.