La Consulta del Especialista

Los 15 factores de riesgo para sufrir demencia

  • En 2060 14 millones de personas en la Unión Europea padecerán esta enfermedad

  • En el momento actual casi 6 millones de mayores de 65 años tienen algún tipo

Enríquez Negreira ha alegado demencia en el juicio por los supuestos tratos de favor al Barça

Enríquez Negreira ha alegado demencia en el juicio por los supuestos tratos de favor al Barça / Enric Fontcuberta / EFE (Barcelona)

Un reciente estudio ha puesto de manifiesto cuáles son los factores de riesgo más importantes y que predisponen para sufrir demencia. Parece ser que en 2060, 14 millones de personas en la Unión Europea sufrirán demencia. En el momento actual, casi 6 millones de personas mayores de 65 años padecen algún tipo de demencia, 350 mil son menores de 65 años. La Universidad de Exeter, analizando a 350 mil pacientes, ha llegado a la conclusión de poder reconocer aquellos factores que pueden predisponer a padecer demencia.

FACTORES DE RIESGO PARA PADECER DEMENCIA

-Edad: El riesgo mayor de desarrollar demencia es la edad. Alrededor del 5 por ciento de las personas de edades comprendidas entre los 65 y 74, y casi la mitad de aquellos de 85 años y más, se estima que tienen la enfermedad.

-Genética: La mayoría de los casos de demencia son de aparición tardía, generalmente se desarrolla después de los 65 años. La de aparición tardía no tiene causa conocida y no muestra patrón de herencia evidente. Un gen llamado apolipoproteína E (ApoE), parece ser un factor de riesgo para la enfermedad de de aparición tardía.

-Enfermedad cardiovascular: Factores de riesgo asociados a enfermedades del corazón y accidentes cerebro vasculares, tales como alta presión arterial y el colesterol alto, también pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta demencia. La presión sanguínea alta puede dañar los vasos sanguíneos en el cerebro, alterando las regiones que son importantes en la toma de decisiones, la memoria y habilidad verbal. Esto podría contribuir a la progresión de la demencia. El colesterol elevado puede inhibir la capacidad de la sangre para eliminar las proteínas del cerebro y pueden provocar demencia.

-Diabetes tipo 2: Hay una creciente evidencia de un vínculo entre la demencia y la diabetes tipo 2.

-Nivel cultural bajo y nivel de estudios bajo.

-Aislamiento social: personas que viven solas.

-Déficit de vitamina D.

-Alteraciones de la audición: hipoacusia o sordera.

-Exceso de ingesta de alcohol.

-Ausencia de ingesta de alcohol: es paradógico. Puede ocurrir tanto en los que beben mucho como en los que no beben absolutamente nada.

-Depresión.

-Pérdida de fuerza para agarrar cosas o cerrar el puño.

-Hipotensión o síncopes con caídas frecuentes tras ponerse de pie.

-Haber sufrido un ictus.

-Niveles altos en la analítica de un valor llamado Proteína C reactiva.

De todos los tipos de demencia, Alzheimer es la más frecuente.

¿Quién descubrió esta enfermedad?

La enfermedad toma su nombre del Dr. Alois Alzheimer. En 1906, el Dr. Alzheimer notó cambios en los tejidos del cerebro de una mujer que había muerto de una rara enfermedad mental.

Sus síntomas incluían pérdida de la memoria, problemas de lenguaje y comportamiento impredecible. Después que la mujer murió, el Dr. Alzheimer examinó su cerebro y descubrió varios hallazgos anormales, las llamadas placas amiloideas y ovillos o nudos neurofibrilares.

¿Qué le pasa al cerebro?

Se han identificado dos signos característicos de la patología como causa del alzhéimer que son: la aparición de las denominadas placas seniles, placas amiloides, o placas neuríticas, y la presencia de ovillos de neurofibrillas:

Las placas seniles son depósitos extracelulares de la proteína beta amiloide en la sustancia gris del cerebro, y se asocian con la degeneración y muerte neuronal.

Por otra parte, la formación de ovillos de neurofibrillas es el resultado de una alteración de la proteína tau (una proteína que está en las neuronas), y se inicia en la región del hipocampo donde se encuentra la función de la gestión de la memoria.

Estos dos procesos implicados en el mal de Alzheimer podrían estar interrelacionados y, en cualquier caso, provocan una degeneración y disfunción neuronal.

¿CÓMO SE MANIFIESTA CLÍNICAMENTE?

La enfermedad se puede manifestar de diferentes maneras, dependiendo de gravedad de los síntomas.

Enfermedad de Alzheimer leve

A medida que la enfermedad va avanzando, la pérdida de la memoria continúa y surgen cambios en otras capacidades cognitivas. Los problemas pueden incluir perderse, dificultad para manejar el dinero y pagar las cuentas, repetir las preguntas, tomar más tiempo para completar las tareas diarias normales, juicio deficiente y pequeños cambios en el estado de ánimo y en la personalidad. Las personas frecuentemente son diagnosticadas durante esta etapa.

Enfermedad de Alzheimer moderada

En esta etapa, el daño ocurre en las áreas del cerebro que controlan el lenguaje, el razonamiento, el procesamiento sensorial y el pensamiento consciente. La pérdida de la memoria y la confusión aumentan, y las personas empiezan a tener problemas para reconocer a familiares y amigos. Tal vez no puedan aprender cosas nuevas, llevar a cabo tareas que incluyen múltiples pasos (tales como vestirse) o hacer frente a situaciones nuevas. Es posible que tengan alucinaciones, delirio y paranoia, y quizás se comporten impulsivamente.

Enfermedad de Alzheimer severa

Al llegar a la etapa final, las placas y ovillos se han extendido por todo el cerebro y los tejidos del cerebro se han encogido considerablemente. Las personas que padecen de una enfermedad de Alzheimer severa no pueden comunicarse y dependen completamente de otros para su cuidado. Cerca del final, la persona quizás pase en cama la mayor parte o todo el tiempo a media que el cuerpo va dejando de funcionar.

¿Hay tratamiento?

Lamentablemente no hay un tratamiento curativo que sirva para frenar el desarrollo de la enfermedad sino que mas bien es para tratar los síntomas y su eficacia es relativa en las fases iniciales de la enfermedad.

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