Visto con ojos del mes de agosto, el empate de Alcorcón habrían sido dos puntos perdidos; visto con las lentes de noviembre es uno sumado. Sobre todo por el hecho de sellar de una vez por todas la portería, un coladero en las once jornadas anteriores al que por fin se le da solución. Tampoco es cuestión de engañarse, se empató como se pudo perder o ganar y el equipo no defendió mejor que ante Mallorca o Valladolid. 

La única diferencia es que esta vez la pizca de fortuna necesaria cayó de lado rojiblanco para que Trujillo Suárez no señalase un claro penalti cometido por José Ángel sobre David Rodríguez en el tiempo de prolongación o que su árbitro asistente viese la posición de fuera de juego de Toribio en el pase que Óscar Plano convertía en gol a los 87 minutos de juego. Por eso lo de dejar la portería a cero fue más circunstancial que por exhibir un buen trabajo defensivo. 

La primera mitad fue un canto a la impotencia unionista, salvando los diez primeros minutos, en los que los aficionados almerienses pudieron echarse a la boca una buena incursión de Michel que Dmitrovic desbarató tirándose rápido a los pies del brasileño jugándose el tipo y la posibilidad de cometer penalti. 

Poco a poco el Alcorcón fue adueñándose del balón y a bombardear la meta de Casto Espinosa, que tuvo una tarde-noche inspirada. Primero respondió bien a una falta directa botada por Razvan, a la que siguió un cabezazo alto de Djené en la salida de un córner o una penetración de Nelson finalizada con punterazo a las nubes. 

Se había superado el ecuador de la primera mitad y el Almería boqueaba, viéndolas venir por este y oeste o incluso con regalos del contrario, como el concedido por Lolo Reyes a David Rodríguez, cuyo disparo raso buscando la cepa del poste se topó con la buena estirada de Casto. El meta extremeño aún tuvo que interve nir en un disparo de Óscar Plano que le botó delante de las narices. 

El panorama se entonó algo en el segundo acto, con un Almería más dispuesto a buscar la portería contraria tras mostrar una impotencia absoluta antes. Un error en el despeje de Dmitrovic no erea bien resuelto por Chuli, que bombeó un balón por encima del arquero sin la dirección adecuada, marchándose fuera. 

Luego era Quique quien se quedaba solo ante el meta serbio en un gran pase de Soriano, pero su disparo centrado era repelido por éste. Pozo también lo intentó desde fuera del área con idéntico resultado, la manopla del portero del conjunto alfarero. 

La lesión de Michel obligaba a reordenar la defensa con la entrada de José Ángel y los acontecimientos se precipitaban. En el 87 el árbitro anuló un gol de Óscar Plano por fuera de juego de Toribio, que dio el pase, y al poco no quiso ver un penalti de José Ángel sobre David Rodríguez. Un punto y gracias, pero esto no arranca.