Combatir las enfermedades y las plagas en agricultura es indispensable para mantener y aumentar la producción y ésta es la premisa marcada por la empresa Agrobio que estará presente en esta nueva edición de la Feria de Expo Agro que se prolongará hasta el próximo 8 de abril.

Agrobío es la primera empresa española en producción de insectos auxiliares para la agricultura, y además es pionera en la cría y comercialización de abejorros para la polinización natural en el territorio nacional.

Su apuesta por la investigación de nuevas soluciones es constante y cada día innova para ofrecer al mercado nuevos productos que ayuden a las explotaciones agrarias.

Uno de los últimos artículos que ha lanzado a nivel comercial en el NESIDIOcontrol-P, el primero de una línea de plantas refugio con las que la firma pretende dar un giro de tuerca al sector encargado de la producción de fauna auxiliar.

Este sistema consiste en la introducción de especies vegetales comunes en la flora autóctona almeriense, como la Dittrichia viscosa o 'pegamoscas' en cultivos de tomate para prevenir la introducción de plagas como el trips o la mosca blanca o, en el caso de que se instalen, combatirlas desde un primer momento.

Asimismo, la empresa -cuyo centro neurálgico se encuentra en el municipio de La Mojonera- está estudiando un nuevo producto contra la cochinilla algodonosa, un insecto que asoló más de 200 hectáreas de pimiento en el Levante almeriense durante la pasada campaña.

Agrobío está especializada en la producción de polilleros, trampas, rollos adhesivos, así como en abejorros y todo tipo de insectos, ácaros y chinches, dentro de su estrategia contra las plagas. El abejorro se utiliza sobre todo para trabajos de polinización, pero se considera también muy útil como indicador de situaciones de polución. Los insectos están dirigidos a combatir cada plaga específica de cada cultivo.

Los cientos de millones de ejemplares que produce esta firma almeriense tienen como destinatarios a invernaderos de toda España, pero sus productos también traspasan nuestras fronteras y son empleados en invernaderos de otros países de la Unión Europea, como Italia y Holanda. De igual forma, estos insectos almerienses llegan la ribera sur del Mediterráneo, en concreto a explotaciones de Marruecos.