El fotógrafo del ascenso

Cuando las cámaras de televisión enfocan durante un partido el ataque del Almería, siempre hay una imagen característica sea el campo que sea. Un joven fotógrafo, con su peto naranja y su mochila cargada de material gráfico y de confianza, se afana en conseguir la mejor foto, ésa que abriría la edición del día siguiente de cualquier periódico. No es profesional, no vive de esto, pero enfoca a través de la mirilla de su casa con la misma ilusión con la que agitaba su bufanda cuando estaba en las gradas con las peñas.

Jorge Titos, hijo de una institución en la afición almeriense como es Baldomero, no había cumplido ni un año de edad cuando su padre ya lo llevaba a ver al Almería por todos los campos de España. Entonces el equipo andaba por Tercera y Segunda B, por lo que su bautizo futbolero fue en terrenos de juego de tierra, de esos clásicos donde había que sentarse en el frío cemento que componía el cien por cien del graderío. Sin embargo, Jorge quería algo más. Él estaba contento con su bufanda al cuello y dejándose la garganta con los cánticos de la Peña El Tomate. Pero, ¿por qué no hacer fotos a pie de campo y utilizarlas para una revista que edita este grupo de animación?

Y así fue. "Con 14 años debuté en el Estadio Mediterráneo en un Almería-Recreativo de Huelva. La sensación de ese primer día fue indescriptible. El estar tan cerca de los mejores jugadores de fútbol fue muy emotivo. Desde ese día seguí haciendo fotos y cogiendo experiencia. A día de hoy estoy encantado de poder hacerlo".

Jorge ha dejado atrás esa condición de fotógrafo aficionado y aunque sigue tirando por simple amor al arte, ahora tiene la responsabilidad de representar al club de su vida, por lo que su padre no dudó en comprarle un señor objetivo. Y es que sus imágenes sirven para ilustrar la página web, además de hacer colaboraciones esporádicas con compañeros de La Coruña, Murcia, Santander e incluso con este medio de comunicación, al que siempre ayuda con una sonrisa de satisfacción. "Me encanta la fotografía deportiva y si en el futuro puedo dedicarme a esto profesionalmente para acompañar al Almería, mucho mejor".

El mayor mérito de Jorge, además de tener un ojo curioso, de saber qué imagen es llamativa y diferente a las demás, es que se sube cada dos semanas al autocar y se recorre la Península Ibérica de cabo a rabo para haber pisado prácticamente todos los campos en los que ha jugado el equipo rojiblanco. "Cada vez que viajamos nos gusta visitar la ciudad. La temporada pasada en Vigo había un gaitero y le dijimos que nos tocara el himno del Almería. Otra anécdota, por ejemplo, fue que en uno de los desplazamiento coincidía con los carnavales y la gente se llevó los disfraces y por la noche en el hotel se hizo una fiesta", recuerda como anécdotas de sus muchos viajes un fotógrafo en cuyo corazón bombea sangre a la vez que ondea un bandera de la UD: "Más de una vez me han entrado ganas de saltar a abrazarme con los jugadores cuando hemos marcado un gol, pero me tengo que contener".