El amado goleador odiado: Mario Gómez silencia a sus críticos
El delantero hispano-germano se sacude las críticas que lo definían como un jugador estático y poco participativo con dos golazos ante Holanda que ponen a Alemania al borde de los cuartos de final.
Una de las derrotas más humillantes en esta primera semana de Eurocopa fue sufrida por los comentaristas alemanes que venían ensañándose con Mario Gómez, ahora goleador del torneo y responsable de que Alemania esté casi en cuartos de final.
Tres goles y cuatro días bastaron al hispano-germano para quitarse el traje de delantero fallido y vestir el de héroe. Y la sorprendente transformación se produjo en medio de un truculento debate mediático en torno a su figura. "Era una presión infinita. Cientos de kilos sobre mis hombros. Es una pena que haya ocurrido esto. Llevan tres días machacándome", dijo el miércoles visiblemente aliviado tras marcar dos golazos en la victoria 2-1 en el clásico ante Holanda. Gómez ya había metido el único tanto en el 1-0 a Portugal.
Gómez gigante, Super Mario, Increíble Mario Gómez... los medios alemanes celebraron al gran ídolo alemán de la Eurocopa. Pero también se preguntaron con qué cara habrá seguido el partido contra Holanda el villano de la historia: Mehmet Scholl. El ex internacional alemán y ahora comentarista de la cadena pública ARD encendió el debate sobre Gómez al criticar sin piedad su actuación tras el debut ante Portugal: "Tuve miedo de que se lastimase, de que hubiera que cambiarlo", se mofó el sábado. Scholl acusó a Gómez de ser demasiado estático y de no cooperar con tareas defensivas. Para frenar las críticas le recomendó "simplemente hacer más por el partido". Y el delantero del Bayern Múnich, al parecer, lo escuchó.
Ante Holanda, Gómez refutó las críticas una por una. Corrió 8,7 kilómetros en 80 minutos y colaboró en defensa hasta el punto de que el ex arquero Oliver Kahn, comentarista en el canal ZDF, se preguntó: "¿Qué hace Gómez defendiendo? No es algo de lo que deba ocuparse él". La crudeza de las críticas y la notable reacción de Gómez hicieron que algunos especularan incluso con que Scholl, miembro del cuerpo técnico del Bayern, hubiese sido movido por el club para provocar al delantero y mejorar su rendimiento. La visión de Kahn: "Hay gente que dice que eso motiva al jugador... Yo lo sé por experiencia propia: eso desgasta mucho".
Mientras los detractores de Gómez optaban por el silencio y ZDF sacaba rédito al patinazo del comentarista rival, otras voces se sumaron al contraataque de Gómez. "Mi querido Schollcito...", se burla en portada el diario Bild. Las mismas palabras aparecen en primera plana del deportivo Kicker. Y el legendario ex tenista Boris Becker en su Twitter: "¿Cómo está vestido hoy Mehmet Scholl?" El aludido tuvo que rectificar: "Estoy orgulloso de Mario. Su buena actuación y la victoria fueron de la mano", reconoció hoy.
El debate suma un nuevo capítulo en la contradictoria figura de Gómez, uno de los delanteros más eficaces y criticados del fútbol alemán. El espigado jugador de 26 años, apodado asesino de chances tras algún año peleado con el arco, viene de anotar 45 goles en 58 partidos esta temporada. Esa impactante cifra convertiría a cualquier delantero en titular indiscutido de la selección. No fue el caso de Gómez: el entrenador Joachim Löw dudó hasta último momento si debía alinear a Miroslav Klose en su lugar. "Mario tuvo de vez en cuando momentos muy bajos en la selección. En la Eurocopa 2008 desperdició una ocasión y perdió confianza en sí mismo", explicó Löw sobre los altibajos de Gómez, que tampoco logró brillar en el Mundial de Sudáfrica 2010.
¿Será por fin la Eurocopa de Polonia y Ucrania el torneo de Mario Gómez? Por el momento, el delantero "hace bailar a todos", dice hoy Bild a toda portada. El comentario se refiere al exquisito pase de danza con el que Gómez se quitó a un defensor en su primer gol ante Holanda. Pero también a la celebración de Löw y a la de la rigurosa canciller Angela Merkel, sorprendida por un fotógrafo con los brazos en alto y un apasionado grito de gol en la boca.
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