El acta de Vivancos

Golear para ganar

  • Si para ganar un encuentro hay que lograr dos tantos, o tres como en Vigo, las alarmas se disparan

  • Frente al Celta se compitió de tú a tú con un sistema más adecuado a lo que necesita el conjunto de Rubi

Fernando recibe un gol en el partido disputado en Balaídos contra el Celta.

Fernando recibe un gol en el partido disputado en Balaídos contra el Celta. / Salvador Sas (EFE) (Vigo)

La tarea que se ha encomendado a sí misma la propia UDA es la más preciada en el mundo del fútbol, la de ser un equipo goleador, pero los males se agudizan cuando esa exigencia se duplica. Si para ganar un encuentro hay que lograr dos tantos, o tres como en Vigo, las alarmas se disparan, máxime si se compite en la máxima categoría.

Todo esto lo provoca la inseguridad defensiva, que además corre más riesgos de los que ya se contemplan, porque no se debería optar por sacar el balón jugado desde la zaga si no se dispone de un jugador con habilidad y jerarquía para ello. Es como colocar sobre una moto a alguien que ni siquiera se sostiene en una bicicleta. En definitiva, sería una pena trabajar sobre un concepto durante la semana, para que luego cualquier despiste o ineptitud eche todo al traste, que es lo que está aconteciendo en demasía.

Si no se tiene salida de balón, mejor ser prácticos, aunque Robertone y Melero, dos jugadores con una técnica más que aceptable, no participen en ese menester, pues por ejemplo el argentino jugó en Vigo demasiado escorado a la izquierda y Melero, como es lógico, de enlace con los atacantes. Pero en la jornada que se puntuó en el estadio de un rival en forma, no todas son malas noticias. Frente al Celta se compitió de tú a tú con un sistema más adecuado a lo que necesita el conjunto de Rubi.

Esos tres centrales deberían de permanecer casi toda la temporada, incluso en casa. Es un esquema más compacto acorde con una situación límite donde cualquier detalle cobra importancia. Las incorporaciones en ataque de Arnau, siempre sorpresivas para el contrario, por fin dieron su fruto, y casi por partida doble. Eso sí, su continuidad es necesaria. Veremos a ver. Y por supuesto el mayor baluarte de la UDA a día de hoy es Luis Suárez. Todavía lo está buscando una mole como Aidoo. Ojalá que el colombiano no tenga ningún percance, pues de su concurso depende el futuro y el presente de la UDA.

Comentaba Rubi al término del choque lo de la valentía de su equipo. Sí, puede que para adquirir confianza, pero no tanto para jugar con fuego mientras se acerca el final de la campaña. Cuidado con eso. El próximo partido ante el Valencia puede marcar una tendencia y a partir de ahí el calendario que le resta a la UDA como local es bueno, el mejor de todos sus oponentes. Se trata de salvar el expediente en la presente campaña y ser el cuarto peor conjunto de la categoría, porque estoy convencido de que para la siguiente temporada los refuerzos que lleguen van a apuntalar la plantilla.

No adelantemos acontecimientos, porque antes hay que cerrar el agujero de ser el tercer equipo más goleado de la LFP. Solo el desahuciado Elche y el no menos Ibiza en Segunda, encajaron más tantos que la UDA. Como salga de esta Rubi (y de paso venza algún partido a domicilio) su manual de resistencia se parecerá al de Fernando. ¡Qué sufrimiento!

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