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El horno de Los Califas

  • La Aemet prevé 33 grados de máxima durante los partidos, mientras que los jugadores piden a los aficionados que se protejan de las altas temperatura

Desde que pisaron la plaza de toros de Los Califas, los jugadores de la selección española de tenis se dieron cuenta de que el calor de Córdoba no les iba a abandonar durante toda la semana. En los últimos días, todos ellos han soportado temperaturas que han superado los 40 grados durante los entrenamientos -según los termómetros, pero no según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que de máxima ha dado 36 grados-. Beber agua y liberarse de las camisetas durante los entrenamientos ha sido el único remedio del que han echado mano David Ferrer, Feliciano López y Fernando Verdasco -aún falta por saber y comprobar si Rafa Nadal se quita la camiseta- para soportar las altas temperaturas.

Y si estos días el Coso de los Califas ha hervido, durante la celebración de la semifinal de la Copa Davis se convertirá en un horno auténtico. Al calor de las jornadas -la Aemet prevé 33 grados de máxima de viernes a domingo-, se sumará el del público, algo más de 12.000 personas. Otro factor a tener en cuenta son los horarios de los partidos: a las 12:00 y a las 15:00, es decir, las horas centrales del día y en las que se registran las temperaturas más altas.

Quien bien sabe de los estragos que causa el calor en los deportistas es el profesor de la Universidad de Córdoba Manuel Guillén del Castillo, quien detalla que en partidos de tenis de larga duración un jugador puede "llegar a perder más de dos litros de fluido -sudor- por hora y experimentar una pérdida total de peso del 7 al 8% del peso corporal". Por eso, recomienda que se repongan los líquidos del cuerpo "para favorecer la sudoración y ayudar a mantener la temperatura corporal a un nivel más bajo". Guillén del Castillo ve con buenos ojos el hecho de que el equipo español se haya aclimatado al calor cordobés con tantos días de antelación. Gracias a esta adaptación previa, "el cuerpo humano es capaz de ejercitarse en condiciones cálidas con mucho menos estrés para el organismo". Como dato curioso, Guillén del Castillo, que es médico del Open de Tenis de Madrid, hace referencia a un gesto que de manera continua repiten los jugadores de tenis en cada partido, ese de pedir la toalla para secarse el sudor. A su juicio, se trata de un gesto "totalmente beneficioso para limpiar a menudo la piel".

Rafa Nadal es el jugador que menos tiempo ha pasado en el Coso de los Califas pero, según el profesor, puede suplir esta falta de adaptación previa "con su gran clase tenística". Eso sí, Guillén del Castillo lo tiene claro y sostiene que sería más ventajoso que el de Manacor jugase el primer encuentro individual de la Davis con el número dos galo y "así asegurar que su segunda participación con el número uno francés ya tuviera en su organismo dos días más de aclimatación". Claro que éste es su deseo, puesto que todo depende del sorteo de los partidos que tiene lugar hoy.

Pero el calor no sólo pone en apuros a los jugadores. El público también va a sufrir de lo suyo en cada partido. Para ellos, Feliciano López hizo ayer otra recomendación y pidió que se protejan del sol en cada encuentro. Así que una de las estampas que dejará el tendido de Los Califas será, a buen seguro, la de abanicos, botellas de agua, sombreros y gorras.

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