Las manías de Joaquín

El canterano, segundo capitán del equipo, cedió su brazalete a Alcaraz en Barcelona por pura superstición

Rubén Alcaraz, tercer capitán del plantel, lució el brazalete en el Mini Estadi.
Rubén Alcaraz, tercer capitán del plantel, lució el brazalete en el Mini Estadi. / Sergio Ros
Paco Gregorio

Almería, 28 de noviembre 2017 - 02:32

La superstición es consustancial al fútbol. Hay jugadores que saltan al campo siempre pisando primero con la pierna derecha, otros que llevan en las espinilleras la estampa del santo de turno e incluso presidentes que imaginan que a su equipo le han echado mal de ojo cuando se sume en una mala racha. Joaquín Fernández confesaba ayer que es bastante maniático para explicar el episodio que llevó a Rubén Alcaraz a lucir el brazalete de capitán en el Mini Estadi aunque por orden sucesorio le correspondía al canterano ante la ausencia por sanción de Morcillo.

En pretemporada se determinó que el central valenciano, por experiencia y permanencia en la entidad (esta es su tercera campaña) estrenase galones como primer capitán del plantel. El vestuario designó asimismo al almeriense Joaquín como segundo en el cuadro de responsabilidades. mientra que un recién llegado como Alcaraz fue premiado con la tercera capitanía pese a estar cedido por el Girona, muestra de la confianza que sus compañeros depositan en él.

Morcillo no se desplazó a la Ciudad Condal por sanción y era a Joaquín a quien le correspondía ostentar la capitanía, pero el defensor prefirió cederle el honor al centrocampista por pura superstición: "Se lo comenté la mañana anterior al partido, le dije que tanto él como Morcillo y yo somos muy maniáticos y desde que me puse el brazalete daba la casualidad de que no habíamos ganado, coincidiendo con la racha que derivó en el cese de Ramis".

Esa no fue la única razón, el otro argumento radica en que Alcaraz es barcelonés de nacimiento y en el feudo azulgrana había numerosos amigos y familiares: "Íbamos a Barcelona y en la grada iban a estar todos sus familiares y un montón de gente, por lo que era bonito para él llevarlo. Por superstición no quería ponérmelo esta semana, lo hablamos y le pareció bien. Era un bonito gesto que él llevara esa responsabilidad delante de su familia y se lo cedí encantado. Creo que lo portó con saber estar".

El experimentó funcionó a medias, ya que el equipo sumó su primer punto a domicilio tras dos meses de sequía (el anterior databa del empate ante la Cultural el pasado 29 de septiembre), admitiendo el canterano que ya notan la mano de Lucas Alcaraz: "Nos sentimos cómodos. Desde la parcela defensiva nos vemos más arropados y juntos, con más ayudas al estar más cerca todos. Es una pena porque creo que merecimos algo más en el partido, aunque no supimos cerrarlo y al final nos faltaron un poco de piernas".

Lejos de tirar balones fuera, Joaquín admitía que en la acción del tanto del Choco Lozano tanto él como su compañero en el eje de la zaga se durmieron en los laureles para impedir que recibiese cómodo y se girase antes de disparar: "Tanto Owona como yo debimos estar un poco más cerca. Es cierto que Lozano se gira muy rápido, pero también es verdad que podríamos haber estado algo más cerca en la jugada del gol".

Las diferencias entre el juego desplegado con Lucas y el que se practicaba con Ramis salta a la vista y Joaquín lo expone: "Sigue siendo fútbol. Con Ramis jugábamos más abiertos y con mayor posesión. A Lucas le gustan los equipos cortos y juntos, tener la posesión con un sentido, para ser verticales y atacar la portería contraria".

Van seis expulsiones en las últimas diez jornadas (Morcillo por dos veces, Pozo, Fidel, el propio Joaquín y Tino Costa) y admite que es algo que deben mejorar: "Yo fui expulsado en el partido de Albacete y creo que la de Tino no fue justa porque el mismo jugador del Barça B no la veía. La entrada de Rubén sí fue más desmedida. Tenemos que mirarnos para acabar los once porque en esta categoría tan igualada eso te penaliza mucho". Propósito de enmienda.

Verza conocerá hoy el alcance de su dolencia

Verza, que se retiró en el minuto 67 del partido contra el Barça B al notar molestias en el aductor, tiene una distensión en dicha zona de su pierna izquierda, si bien el alcance real de la lesión lo conocerá hoy cuando sea sometido a las pertinentes prueba diagnósticas. El futbolista reaparecía en el Mini Estadi tras estar cinco semanas lejos de los terrenos de juego y anotó el tanto de la igualada desde el punto de penalti. Las molestias son algo más arriba que la anterior lesión.

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