Fue la gran apuesta de Fernando Soriano en Palamós frente a la Llagostera y repitió ayer otra vez a domicilio, en el Nuevo Arcángel de Córdoba. Ramón Azeez, inédito durante toda la temporada, volvió a jugar un papel destacado en el terreno de juego para ayudar al Almería a lograr la permanencia en Segunda División.

Se le vio menos en los primeros cuarenta y cinco minutos que en la segunda mitad, en la que estuvo obligado a desdoblarse en tareas defensivas y ofensivas tras quedarse el Almería con un jugador menos por la expulsión de Lolo Reyes.

Con todo, el trabajo realizado por Azeez fue un trabajo oscuro, tocando muchos balones a la hora de defender que dificultaron la circulación de balón de los cordobeses. En ataque, el nigeriano tocó algunos balones de calidad en la primera mitad y distribuyó con sentido en la segunda.

Durante el primer cuarto de hora, Azeez apenas entró en contacto con el esférico, estando más preocupado de adelantar la presión y apretar a los defensas locales en la salida del balón.

A los 16 minutos nació de sus botas una jugada de peligro que buscaba a Michel Macedo, que fue el jugador más incisivo del Almería durante la primera mitad entrando por el costado derecho. Azeez le sirvió un balón en largo al brasileño que le dejaba solo ante Falcón, aunque el lateral tuvo problemas en el control y acabó golpeando de tacón para desaprovechar la oportunidad.

Cerca de la media hora se le volvió a ver creando en ataque en una combinación con Dubarbier por la banda izquierda, aunque el africano acabaría por perder el balón.

De ahí al descanso, la principal función de Azeez fue defensiva, sobre todo después de la expulsión de Lolo Reyes. En los momentos más críticos del equipo, en los minutos posteriores a la absurda agresión del chileno con el árbitro delante, sacó un balón complicado del área propia.

Tras el paso por vestuarios, con un jugador menos en el trivote central, Azeez cobró más protagonismo también en labores de creación, pero sin descuidar su multiplicación en tareas defensivas.

Intentó buscar a su compatriota Kalu Uche, pero el balón no le llegó al delantero. Justo después, en la parte trasera del campo, despejaba el balón en una acción ofensiva del Córdoba.

Azeez continuó siendo el motor del Almería en el centro del campo. Sus compañeros le buscaban desde todas las posiciones para que distribuyera el juego ofensivo y también buscaba tocar de cabeza los balones en largo que se enviaban a la zona de ataque. Al mismo tiempo, en defensa, el nigeriano entorpecía muchos balones del juego del Córdoba.

A falta de poco menos de quince minutos, Azeez, exhausto por todo el trabajo realizado durante el partido y notando la inactividad a la que se ha visto forzado por los anteriores técnicos, acabó cayendo al césped con calambres y tuvo que ser reemplazado en el campo por José Ángel. El nigeriano volvía a ser clave en la permanencia del Almería. Incomprensiblemente, no le han dado bola hasta la llegada de Soriano.