Los nervios de Vettel, a flor de piel a cuenta de Ricciardo

Los nervios comienzan a ganar a Sebastian Vettel tras la nueva derrota contra Daniel Ricciardo, su compañero en Red Bull. El alemán enfrió su amargura en Shanghai con una tarrina de helado tras discutir largo tiempo en la penumbra de su motorhome con el asesor de deportes de motor de Red Bull, Helmut Marko.

¿La razón? Un quinto puesto en el cuarta carrera del año: muy lejos de los dos Mercedes y de nuevo por detrás del siempre sonriente Ricciardo. "Damos un paso hacia adelante y luego otro hacia atrás", dijo Vettel en China. "Lamentarnos no nos servirá de nada", escribió más tarde en su web después de completar en China otro fin de semana difícil.

Tras una gran salida, Vettel se llevó la primera sorpresa en la vuelta 25. "Deja pasar a Ricciardo", le dijeron desde la radio. El cochel del australiano era más veloz que el del germano y necesitaba adelantarlo para poder luchar por el podio. Pero Vettel se mostró reacio. "Mala suerte", respondió por radio el alemán a su box cuando le explicaron las razones sobre la diferencia de velocidad entre los dos Red Bull. En Bahréin, Vettel ya vio cómo Ricciardo lo rebasaba con más velocidad punta.

Christian Horner, jefe de Red Bull, se empeñó más tarde en apaciguar el incendio. "Pagamos a estos chicos porque tienen espíritu de lucha. (Vettel) no habría conseguido cuatro Mundiales si no hubiera sido competitivo", dijo.

Vettel cedió finalmente después de dos vueltas frenando su Red Bull y dejando pasar al australiano, que en meta sacó más de 20 segundos al alemán. "Simplemente él saca más partido al coche ahora mismo", apuntó el germano con ciertas dosis de autocrítica. En Red Bull confían en que la situación no llegue al extremo de la tensa relación que mantuvo Vettel con Webber. "Estoy seguro de que Sebastian no está contento con la situación, pero seguro que me seguirá hablando", dijo Ricciardo.