Atletismo

Ni el desierto puede con Emilio Baeza Nieto

El almeriense Emilio Baeza Nieto durante su reciente participación en el Marathon des Sables.

El almeriense Emilio Baeza Nieto durante su reciente participación en el Marathon des Sables. / D.A. (Marruecos)

No son pocas las cosas que cualquier persona incluiría en una lista con aquellos regalos de cumpleaños que le gustarían que le diesen. Un coche, una videoconsola, ropa, un viaje, un ordenador, una televisión... Sin embargo, el almeriense Emilio Baeza Nieto, miembro del CD Espartanos de El Alquián, decidió regalarse por su próximo 50 cumpleaños, cifra a la que llegará el próximo 18 de julio, acudir a la más que exigente Maratón des Sables, lo que se había convertido en uno de sus mayores sueños deportivos. Una prueba que en poco se parece a cualquier otro maratón y que consta de hasta seis etapas.

Es por ello que Emilio comenzó a prepararse para la prueba desde el mes de octubre. Una preparación que "ha sido básicamente en la playa de El Alquián y de Roquetas de Mar en la zona de la Urbanización" para intentar adaptarse en las medidas de sus posibilidades a las posibilidades que se encontraría en el desierto de Marruecos, tal como detalla todo este deportista nato, que saca tiempo de donde sea para compaginar su trabajo con la práctica deportiva.

Emilio posa en las dunas del desierto durante un momento de la Maratón des Sables. Emilio posa en las dunas del desierto durante un momento de la Maratón des Sables.

Emilio posa en las dunas del desierto durante un momento de la Maratón des Sables. / D.A. (Marruecos)

Así, ha llegado a correr una media de unos 100 kilómetros semanales, toda una proeza que muy pocos pueden llevar a cabo. Un enorme sacrificio que le ha permitido comprobar que para preparar esta Maratón des Sables en óptimas condiciones es necesario entrenar ahí.

"El cuerpo se acostumbra a todo, lo pones en modo 90 kilómetros y lo acostumbras, es cuestión de mente"

Pero a pesar de la enorme dureza de la prueba, el almerienses señala que "el cuerpo se acostumbra a todo, lo pones en modo 90 kilómetros y lo acostumbras", añadiendo que "es cuestión de mente". Sin embargo, aunque físicamente Emilio haya estado solo en tierras marroquíes, ni mucho menos ha sido así, contando desde la distancia con un enorme apoyo. "Montamos un grupo de WhatsApp de familia y amigos en el que estaban casi 150 personas" y que han podido seguir la prueba a través de la página web del Maratón des Sables, detalla Emilio, quien no duda en asegurar que cree que "han sufrido más” que él mismo, ya que “estaba en la carrera y desde fuera se ve de otra manera”.

En esta línea, sale a la palestra la cuarta etapa, sin duda la más dura de todas, que constó de 90 kilómetros. Así, Emilio tardó hasta veintiún horas para lograr cruzar la línea de meta, estando prácticamente un día entero corriendo. De esta manera, afirma con rotundidad que en aquel momento "lo pasaron francamente mal".

Una prueba de enorme exigencia que ni mucho menos le priva de seguir buscando nuevos retos, estando ya en su cabeza el maratón de Chicago del próximo 9 de octubre y esa meta de correr los seis grandes maratones del mundo (Nueva York, Boston, Chicago, Londres, Berlín y Tokio).

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