Paco Luna: "Me emociona mucho cuando la gente me para por la calle"

Francisco Javier Aguilera Blanco (Jerez de la Frontera, 23-09-1971) es uno de los emblemas del fútbol almeriense, a pesar de nacer lejos de nuestras fronteras. En su tercera venida, el exfutbolista se ha incorporado al equipo de trabajo de las Escuelas de Fútbol EDA y TAE. Una nueva etapa profesional en la que considera su segunda casa. “La verdad es que estoy muy contento. Son muchos niños. Estoy un poco para todo. Estoy ayudando a muchos entrenadores a preparar el trabajo, echando un cable en lo que se pueda y también estoy entrenando a un equipo cadete”, aseguró en declaraciones a este medio.

Conocido por todos como Paco Luna, el formador ya estuvo ligado a otros proyectos deportivos después de su retirada. “Varía un poco el concepto, pero ya estaba acostumbrado a estar en una academia de tecnificación en Jerez. Lo importante es el trato con los chavales y estar todo el día encima de ellos para que mejoren en los entrenamientos”, señaló. Un enamorado del fútbol que ahora se dedica a enseñar sus mejores trucos a los más pequeños, con una “debilidad” en los nueves: “Hay muchos y muy buenos. Siempre me fijo mucho en las definiciones y los centros. Estoy muy pendiente de los delanteros”.

Una demarcación en la que Luna logró hacerse un nombre en sus seis temporadas en el Almería CF/UD Almería, aunque su vinculación con la provincia comenzó antes, en un año con el Mármol Macael que recuerda con especial cariño. “Tengo muy buenos recuerdos y guardo grandes amigos. Llevo tres meses en Almería y tengo todavía la deuda de pasar por allí. Esa etapa fue espectacular, un año increíble en el que jugamos contra el Real Racing Club en la Copa del Rey. Los recuerdos son imborrables”, subrayó.

"Debes tener pasión para jugar al fútbol"

Una temporada en la que marcó nueve tantos y el paso previo para firmar con el equipo rojiblanco en la campaña 1994-95. Paco Luna, en la comparación entre aquella época y la actual, remarcar que “para jugar al fútbol debes tener pasión, ilusión y ser sacrificado”, aspectos que “son difíciles de transmitirse a los chavales jóvenes”, los cuales “lo tienen todo”, por lo que hay que “inculcarles que tienen que mejorar y hacer muchísimas cosas”. Una lección en la que lo psicológico es más importante que lo técnico, como destaca el exjugador.

Del presente al pasado, ya que el atacante recuerda lo que era ese vestuario del Almería de mediados de los noventa: “En ese grupo, entrabamos y salíamos todos juntos. Eso marca mucho. Hay 50.000 anécdotas de aquella etapa, pero mejor me las guardo [risas]”. El legado de Luna en Almería va mucho más allá de sus goles. El idilio con la afición almeriensista es algo que nota en el día a día y de lo que está “muy agradecido”. “Todavía voy por la calle y la gente me para, y estamos hablando de que ya hemos cumplido unos cuantos años. A mí eso me emociona mucho. La verdad es que eso te marca porque lo sientes todavía vayas donde vayas. Eso es muy bonito. Agradezco que la gente me guarde ese cariño”, añadió.

¿Pero quién sería el Paco Luna de la actualidad? Nuestro protagonista no se quiere comparar con nadie, pero admite que “es difícil encontrar un delantero de mis características”, en un fútbol que es diferente, sin “esa garra, lucha, entrega y pelea” de antaño. No obstante, el jerezano comenta que hay delanteros que han pasado por el Almería que le han gustado mucho, caso de Darwin Núñez, Álvaro Negredo o Kalu Uche, aunque “ninguno nos parecemos mucho”.

Dentro de las diferencias con el fútbol del pasado, también hay un mayor número de facilidades para los entrenadores. Un hecho que está comprobando desde el otro lado de la barrera, con “muchas herramientas para trabajar la combinación, los movimientos o los golpeos”. Luna detalló que “antes andábamos muy limitados en el uso de materiales y ahora tenemos de todo, desde tablets o porterías pequeñas”. El entrenador dijo, de forma irónica, que “en mi época, si teníamos un balón para todo el equipo, ya era mucho”. Otros tiempos.

El gusanillo del fútbol sigue dentro de un Paco Luna que continúa jugando con un grupo de amigos todos los miércoles. “Echamos el ratito al fútbol indoor. El contacto con el balón nunca viene mal”. Sin embargo, todavía tiene una espinita. Desde su vuelta a Almería, no ha coincidido para visitar el Estadio de los Juegos Mediterráneos: “No he podido ir porque he estado muy liado con el tema de la escuela. Me habían invitado para el partido contra el Cádiz, pero no hubo tiempo”.

Volverá en algún momento para ver a su Almería, equipo al que sigue de cerca. “La verdad es que venía de una racha buena, aunque en los últimos partidos no hemos sacado los resultados esperados. La Segunda es así, esto es muy largo y todavía estamos en el mes de diciembre. Quedan muchas jornadas. Si pasas ahora el bache malo será mejor para llegar al final de la temporada con la garantía de poder terminar entre los dos primeros”, concluyó.