Un paraíso verde en una tierra árida

Almería es tierra árida, montañosa y calurosa. Por algo la provincia presume de contar entre sus riquezas naturales con el único desierto de Europa, el de Tabernas y de ser el rincón con más horas del sol al año. Pero entre los agrestes paisajes de una tierra volcánica, se erige en la parte más septentrional de la provincia un paraíso verde , el Parque Natural Sierra María-Los Vélez. Este espacio domina la comarca de Los Vélez, que conforman los municipios de María, Chirivel, Vélez Blanco y Vélez Rubio.

La comarca, que linda con las provincias de Granada y Murcia, se convierte en destino atractivo para el viajero apasionado por el medio rural, el arte rupestre y la arquitectura. Sin olvidar que este rincón almeriense permite en invierno disfrutar de la nieve que cubre sus cumbres.

La gastronomía del lugar es otro de los reclamos. De sus fogones salen guisos y platos tradicionales, ricos en calorías para hacer frente a los fríos inviernos, como el puchero de pelotas, el potaje de trigo o los guisos de matanza o aderezados con carne de cordero. Delicias que sorprenden a los comensales.

La comarca alberga los restos arqueológicos más significativos de la provincia repartidos en varias cuevas que muestran los vestigios de civilizaciones prehistóricas. Entre esas huellas del pasado destacan las pinturas rupestres del Neolítico de las cuevas de los Letreros o del Gábar, declaradas Patrimonio de la Humanidad.

La Cueva de Ambrosio cuenta con restos del hábitat del Paleolítico y en la de las Colmenas se halló el Índalo, que se ha convertido en la marca de Almería. Las cuatros cuevas pertenecen a Vélez Blanco, aunque en el resto de municipios hay cuevas y abrigos, como los de Lázar, Queso, Maina...

Además, esta comarca pone a disposición del visitante un rico patrimonio arquitectónico representado en las monumentales Vélez Blanco y Vélez Rubio y la arquitectura popular de casas blancas y calles estrechas de los pueblos de María y Chirivel.

La joya de todo el bagaje patrimonial sería el Castillo Palacio del Marqués de los Vélez, situado en Vélez Blanco. Abierto al público esta edificación de principios del XVI, declarado Patrimonio Histórico Artístico (1931). De la fortaleza sólo se conserva el exterior. La ornamentación interior fue vendida y hoy se contempla en el Museo Metropolitano de Nueva York.

En este pueblo también se puede visitar la iglesia de la Magdalena, el Convento de San Luis, la ermita de la Concepción, la iglesia de Santiago Apóstol , además de casas singulares como la que alberga el Ayuntamiento, la de Corredera o la Balsa vicaria.

Este amplio conjunto monumental convierte a Vélez Blanco en uno de los tres conjuntos histórico-artísticos declarados por la Junta en la provincia de Almería, conservando un urbanismo que permite conocer la evolución urbanística desde la época musulmana hasta la actualidad.

La ruta seguiría por Vélez Rubio, el término municipal más cosmopolita de la comarca. El viajero puede visitar un rico patrimonio que conforma la Iglesia de la Encarnación, que es el máximo exponente del barroco religioso almeriense. A esta se suman el Convento de la Inmaculada y su iglesia, casas señoriales y la fortaleza islámica del Cerro del Castellón, de la cual se conservan restos de una alcazaba y un aljibe interior.

El recorrido continuaría a Chirivel. Entre los lugares emblemáticos destacan la iglesia de San Isidoro en frente la casa del Minero con una magnífica ornamentación externa continúa en el interior, en paredes, techos y puertas, destacando la escalera de forja. Dentro de sus monumentos el yacimiento romano de El Villar. También hay que descubrir su rambla, el Horno árabe, el paseo y el Museo del Esparto en la pedanía de Contador.

La ruta acabaría en María, que forma parte del Parque Natural. Antes de recorrer este paraíso verde, el viajero puede pasear por este pueblo, donde se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, joya de su patrimonio. A las afueras la ermita de la Virgen de la Cabeza.