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Al pastel sólo le faltó la guinda

  • Derrota 'dulce' El Almería perdió en El Madrigal por quince minutos tontos en el arranque, pero el equipo mostró una gran propuesta futbolística Fin al 'Angliru' El calendario se suaviza ahora y los rojiblancos se medirán con rivales de su liga

Hay derrotas que hunden y otras que, por paradójico que resulte, refuerzan. Arconada optó ayer por arriesgar en El Madrigal y a las primeras de cambio su equipo perdía por 2-0. El fútbol fue injusto con los rojiblancos en la primera mitad atendiendo a los méritos contraídos por unos y otros. Con un once inusualmente ofensivo con Crusat y Piatti en las bandas, el Almería pagó caro su falta de concentración en el arranque.

Apenas había sacado de centro el Villarreal cuando se gestó el primer gol. En treinta segundos el balón le llegó a Rossi en la zona de tres cuartos y, sin tiempo para pensárselo, el atacante italo-norteamericano lanzó un obús con la zurda que sorprendió a Diego Alves porque el balón describió la típica trayectoria parabólica que los brasileños bautizaron en su día como folha seca.

En sólo un minuto el Almería se veía a remolque en el marcador y el conjunto rojiblanco acusó el golpe inicial en los minutos siguientes. Chico, más nervioso de lo recomendable, le dejó pasillo libre a Rossi a los tres minutos, éste la abrió a la banda para el francés Pires, cuyo disparo salió rozando el palo.

El Almería no le perdió en esa fase la cara al partido, pero su propuesta ofensiva se vio lastrada por las indecisiones defensivas. Un fallo de Chico que Bruno tuvo que cortar en falta para evitar la contra de los amarillos en el minuto doce fue el preludio del segundo tanto local.

Crusat, con rango de capitán ayer, hizo una mala entrega en el centro del campo y el Villarreal pudo montar una contra que condujo Pires por la banda derecha. El galo, que tiene un guante de seda en la pierna, sacó un centro medido sobre la llegada de Llorente al segundo palo y éste sólo tuvo que empujarla a la red.

Dos a cero y otra vez a nadar contracorriente, pero lo positivo es que el Almería no se descompuso ni le perdió la cara al partido. Cuando más se le necesitaba, apareció la figura de Negredo para fabricarse una jugada que a punto estuvo de convertirse en el 2-1 de no ser porque Diego López cortó su aproximación en falta arriesgando la expulsión.

El propio ariete se encargó de lanzarla y el meta amarillo despejó con dificultades. En esos compases el Almería se gustaba, con Julio Álvarez proporcionándole al partido el tempo indicado, Piatti percutiendo por su banda y Crusat incordiando por la contraria. Faltaba el gol que sirviera para recortar distancias y Negredo volvió a intentarlo sin éxito antes del descanso con un duro lanzamiento con la diestra que se fue por poco junto a la cepa del poste.

El 2-0 al descanso figuraba en el luminoso, pero no era del todo real atendiendo a lo expuesto sobre el terreno de juego. El Villarreal, cómodo en su papel de visitante siendo el local, siguió agazapado atrás en busca de una contra fulminante, mientras que Arconada mantuvo el mismo once para intentar recortar distancias tras la reanudación.

La reentrada de los rojiblancos fue fulgurante y Crusat disposo en el 50' de la mejor ocasión para haber tocado la línea de flotación del submarino. Un contragolpe de libro conducido por Bruno, pasó por las botas de Julio Álvarez para acabar en los pies de Crusat, que hizo toda la liturgia del remate correctamente pero se topó con Diego López.

El Almería jugaba con criterio, sin prisa y sin pausa, aunque el gol nació en un error del rival. Los internacionales Senna y Cazorla se hicieron un lío en el saque de una falta y los rojiblancos montaron un contragolpe con gran rapidez y precisión que pasó por Julio Álvarez y Crusat antes de que Piatti la empujara al fondo de la red.

Con el Villarreal contra las cuerdas, el Almería pudo lograr la igualada, pero el centro raso de Mané no llegó a conectarlo Negredo en el área pequeña. Acto seguido los amarillos soltaron su único latizago en la segunda mitad con un remate de cabeza de Pires que hizo emplearse a fondo a Diego Alves.

Los rojiblancos pelearon hasta el final por arrancar un punto de El Madrigal y Solari, que había sustituido a Negredo, estuvo cerca de lograrlo, pero su marcador llegó antes para despejar. Vuelan tres puntos, pero éste sigue siendo el camino a seguir.

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