La percusión tiene nombre de mujer

El rugby es un deporte que requiere una dedicación física máxima usando la cabeza, metafórica y literalmente. Por ello, el mérito de Laura Delgado, natural de Jerez de la Frontera y más conocida como Bimbapor su trabajo de percutir como si no hubiera un mañana, es doble, triple y cuádruple. Hace años tuvo un accidente de moto que truncó su prometedora trayectoria como lanzadora de martillo. Se fracturó el hueso occipital.

Cualquier persona normal hubiera decidido olvidar el deporte como opción de vida, pero Laura está hecha de otra pasta. No se conformó, apretó los dientes para doblegar un previsible destino de oficinista y se dedicó a varios deportes de equipo, como fútbol o baloncesto. Tenía tan solo 20 años y medía 1,73. "Un día un amigo me invitó a practicar el rugby y, en cuanto lo probé, supe que era el deporte de mi vida. Empecé en Cádiz capital y sabía que, si quería avanzar, tenía que irme fuera de Andalucía", recuerda Delgado.

Desde el primer momento, los expertos me decían que tenía muchas cualidades, así que, en 2012, partió para Madrid y fichó con uno de los equipos con más solera de este país, el Sanse, donde juega actualmente la gran María Ribera, con la que Laura tiene una bonita amistad. No en vano, juntas han conseguido el mayor hito de la historia del rugby XV en España: ser campeonas de Europa. Fue en octubre de 2016 en Madrid, con una victoria imperial ante Holanda por 35-7. Esa frontera rebasada dio paso a otro momento histórico, que fue la clasificación para disputar el Mundial de Irlanda 2017 merced a su histórico triunfo ante Escocia el pasado mes de noviembre.

Para llegar a la Roja, primero Laura tuvo que darse a valer jugando y ganando el Campeonato de España con la selección madrileña. Decididamente, 2016 fue su año de oro.

Esta temporada, Bimba está jugando la Liga Iberdrola con el Club de Rugby Arquitectura Técnica (CRAT) de La Coruña, uno de los clubes pioneros en España, ya que fue fundado en octubre de 1976 por Ignacio Lobón Tovar y un grupo de estudiantes pertenecientes en su mayoría a la Escuela de Arquitectura Técnica de La Coruña para participar en la Liga Universitaria de Rugby.

Hoy por hoy, es una entidad señera que quiso fichar a Laura ofreciéndole todo tipo de facilidades: casa, coche, comida y el Máster MBA Controller (analista de gestión). Cobrar dinero ya es otra historia. "Iberdrola está invirtiendo mucho en el rugby y apoyándonos, pero la realidad es que ninguna jugadora tiene un sueldo. Sólo ganamos algo de dinero en las concentraciones de la selección española. Gracias a la Federación y a mi club, pude ahorrar y decidí invertir en rugby para poder hacerme el hueco", señala.

Según Laura, nadie tiene el puesto asegurado en España de cara al Mundial 2017. "Somos 40 jugadoras y a Irlanda van 28. En junio decide el seleccionador", apostilla. En su caso, tiene muchas papeletas, porque las percusiones de Bimba llevan a otro nivel al XV de la selección española. Y poco a poco va ganándose, a golpe de sangre, sudor y ensayos, una mayor repercusión mediática.