El proyecto de Ciudad Deportiva cría malvas en el baúl de los recuerdos

Soterrado, criando malvas en el baúl de los recuerdos. Así se encuentra el megalómano proyecto de Ciudad Deportiva presentado en abril de 2007 por el presidente de la UD Almería, Alfonso García Gabarrón, con el beneplácito de toda la sociedad almeriense, que veía en él una infraestructura necesaria para el club más representativo de la ciudad y a la vez una instalación para uso y disfrute de la ciudadanía.

Cuatro años después de la puesta de largo en el Gran Hotel, de aquella ambiciosa construcción apenas queda el diseño del arquitecto Luis Chamizo, autor del encargo. El 'pinchazo del ladrillo' y la consiguiente crisis económica mandó a la instalación deportivo-comercial a dormir el sueño de los justos.

Un ejemplar de la revista que la entidad rojiblanca publicó a modo de anuario con motivo del ascenso en mayo de 2007 convenientemente guardado en la hemeroteca (ver imagen silueteada) permite al lector comprobar las cifras -hoy en día casi dan escalofríos- que entonces se barajaron.

Dicha publicación, editada por el gabinete de prensa del propio club, dedicaba una página a versar las virtudes de una edificación que se levantaría en los terrenos que en la actualidad sigue ocupando el vetusto campo municipal Juan Rojas, con su aluminosis galopante, y los solares adyacentes en el barrio de Torrecárdenas.

"Luz verde al complejo deportivo de la UD Almería" se titulaba la noticia, cuya información recogía los siguientes datos [la cursiva es textual]: "Esta ciudad del deporte contará con un presupuesto de alrededor de 80 millones de euros [no se froten los ojos] y ocupará una superficie de 22.000 metros cuadrados, lo que da idea de la envergadura de este proyecto que, encima, no le costará un solo duro a las arcas municipales".

Como puede comprobarse, no se ahorraron adjetivos calificativos para describir una iniciativa de tintes faraónicos que fue "elogiada de forma unánime además de despertar la admiración de todas aquellas personas y entidades que tuvieron el privilegio de conocer, con detalle, este complejo deportivo".

En efecto, el club demandaba y continúa demandando, más aún con el equipo en Primera División, unas instalaciones modélicas para el trabajo diario no ya sólo de la primera plantilla, sino de todos los escalafones inferiores en el también ambicioso plan de cantera del conjunto unionista.

El Ayuntamiento no puso objeciones entonces y, hasta la fecha, ha cedido el uso del estadio de los Juegos Mediterráneos, de titularidad municipal, así como del anexo, para la disputa de los partidos y los entrenamientos, respectivamente, si bien a las categorías inferiores apenas les basta con el campo de la Vega de Acá.

Retomando las particularidades del proyecto aparcado y casi olvidado, la pretensión era dotarlo de un 'diseño vanguardista y espectacular': "Su fachada, por poner un ejemplo, será de vidrio curvo, lo que le dará un realce especial. El proyecto contempla cuatro plantas, con un parking en el sótano para 800 vehículos. La primera y segunda planta estarán destinadas a la práctica deportiva con un campo de fútbol 11, otro de fútbol 7, pistas polideportivas, gimnasio, piscina, spa...".

La intención no era otra que la instalación se autogestionase mediante el alquiler y venta de plazas de garaje así como las cuotas de los asociados a los servicios de spa, gimnasio y piscina en una obra que también incluía un llamativo restaurante: "En el piso superior se instalará una gran terraza con distintos servicios y un restaurante que pretende convertirse en un referente dentro de la ciudad. No en vano tendrá forma circular, semejante a un 'platillo volante' y estará acristalado, con lo que las vistas al complejo deportivo y a toda Almería le harán disponer de un atractivo especial en todos los aspectos".

A punto de cumplirse cuatro años desde la presentación a bombo y platillo de la Ciudad Deportiva del siglo XXI, lo del 'platillo volante' suena a chiste marciano y las posibilidades de una futura construcción están más bien estancadas.

Pese a las problemas actuales derivados del frenazo en seco del boom inmobiliario, el club mantiene la promoción del anteproyecto de Ciudad Deportiva en un recoveco de su página web oficial (www.udalmeriasad.com), donde puede accederse a una visita virtual en el apartado 'instalaciones', en cuyo vídeo aparece el logo de la empresa Tresa SA como constructora adjudicataria.

En el mismo se intercalan imágenes del plantel del ascenso y diapositivas con todo lujo de detalles del complejo deportivo que los dirigentes del club un día anhelaron, todo amenizado con un hilo musical de tono épico.

Teniendo en cuenta que el presupuesto aprobado por el Consejo de Administración para la temporada 2010-2011 no supera los 21 millones de euros, apenas supondrían la cuarta parte de los 80 millones estipulados en su momento para la Ciudad Deportiva.

Y mientras en Almería se enfría el asunto, en la cercana Málaga el jeque Al-Thani ha anunciado su intención de levantar una ciudad deportiva, con doce campos anexos, residencia para los jóvenes de la cantera y un gran centro de ocio y comercial. La inversión rondaría los 300 millones. ¿Otro farol?