El sonido ronco y grave de la zambomba, el más particular

Un año más, y ya son 28, Torcuato Ruiz ha instalado su puesto de zambombas en la Rambla Obispo Orberá para hacer que este instrumento con su sonido ronco y grave resuene en todas las casas almerienses durante estas fiestas navideñas que ya han llegado.

El puesto ubicado por Ruiz se encuentra dentro de las casetas que conforman mercadillo navideño que estos días acoge la Rambla es el único donde encontrar artículos para hacer un poco de ruido y darle colorido a las fiestas. Y es que es sabido que una de las cosas que más caracteriza a estas fechas son los villancicos y para estos cánticos que mejor que este instrumentos, uno de los más típicos navideños junto a las panderetas y quizá más en desuso las carracas.

Torcuato Ruiz lleva vendiendo estos instrumentos tradicionales en la capital desde el año 1985. Llega cada año desde el municipio granadino de Guadix, donde junto a su familia confeccionan estas zambombas 100% artesanales como medio de vida. Son un trabajo cuidado, hecho con mimo que comienza meses atrás. Allá por el mes de agosto. El vendedor de las zambombas explica que están hechas a mano. "El tiesto de la zambomba está hecho de barro", puntualiza Ruiz. Después de moldearse se deja secar y una vez el recipiente está seco es cuando se procede a colocar la piel de cordero que cierra la zambomba, dejando una pequeña abertura por la que se introduce el tarrizo de caña que genera el sonido tan característico del instrumento.

El perfil del cliente que compra zambombas es diverso. Aunque las ventas cada vez, según dice, van a menos. "Mañana (por hoy) es el último día y la verdad que este año se han vendido muy pocas".

Quizá sea que los almerienses hayan decidido esperar al día de Nochebuena para adquirir este instrumento que en el puesto de Torcuato Ruiz puede conseguirse desde 5 euros. Aunque tiene zambombas, las más grandes, sobre los 40 euros.