Un 'teenager' insaciable

Tiene 21 años, pero nada parece inalcanzable para Marc Márquez, un teenager de sonrisa contagiosa que amenaza con devorar todos los récords del motociclismo. "Cada vez quieres más y más, porque nunca es suficiente", dijo el de Cervera, insaciable a pesar de conquistar su segundo título mundial de MotoGP y el cuarto de su carrera (125cc y Moto2).

Nacido en febrero de 1993, Márquez tiene rostro de adolescente. Cara de niño feliz, con pelo revuelto, sin barba y sus aparentemente inocentes 1,68 metros de altura contrastan con un hambre voraz sobre el asfalto, donde parece un verdadero caníbal. El piloto de Honda se convirtió en el bicampeón de MotoGP más joven de la historia. Alcanzar los nueve de Rossi no parece una quimera. Cuando el italiano ganó por primera vez, en 1997, Márquez apenas tenía cuatro años de edad.

"Cuantos más títulos sean mejor. Yo el sueño ya lo he cumplido", afirmó Márquez. El número, aunque para él indiferente, puede ser escandaloso dentro si continúa su explosivo crecimiento y lo respetan las lesiones. Y es que montado en la moto no tiene miedo de nada ni a nadie. Adelanta por donde parece imposible y sus maniobras no escapan a la polémica. Pero su cara de adolescente ingenuo e inofensivo y su sonrisa perenne todo lo mitiga. "Talento tenemos todos los que corremos en MotoGP. Pero hay gente que tiene un algo más. Él es como nuestro Messi", dijo una vez Stefan Bradl.

Tras firmar un contrato con KTM con 14 años, Márquez debutó en el Mundial un año después, en 2008. Pesaba sólo 34 kilos y medía 1,48 metros, por lo que tenía que poner un sobrepeso en su moto para competir. Su primer podio llegó en la sexta carrera, en el Gran Premio de Gran Bretaña. Esa campaña concluyó decimotercero en el campeonato, posición que mejoró (noveno) en 2009 con otro podio.

En 2010 conquistó su primer título en 125cc. A la vez que ganaba a sus rivales, el español se sometía a un dieta para sumar más masa corporal, pensando en un futuro en la categoría reina. Tras operarse de la vista a comienzos de 2012 -"ese momento fue el más difícil de mi carrera", recordó ayer-, ganó esa temporada en Moto2 su segunda corona mundial. Al final del año, decidió dar el salto en MotoGP en 2013. En Austin dio el primer golpe de efecto y se convirtió en el más joven en ganar un Gran Premio de la categoría reina, y conquistó un apretado título que se decidió en la última carrera en parte gracias a las lesiones de Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa.

El año 2014 tampoco empezó del todo bien para el español, que se rompió el peroné haciendo dirt-track en la pretemporada. Ni eso lo frenó. Márquez ganó con autoridad las diez primeras carreras del año para meterse el título prácticamente en el bolsillo.