La consulta de especialista

La tendinitis en el baloncesto

  • La tendinopatía rotuliana, la tendinitis del Aquiles y la fascitis plantar son tecnopatías muy comunes en el deporte de la canasta · Las causas que producen estas lesiones se relacionan con el entrenamiento

Ya hemos comentado en este foro con anterioridad que cada deporte tiene sus lesiones específicas y particulares asociadas a la práctica y gestos técnicos que en él se desarrollan.

El deporte de la canasta es uno de los que suman más tecnopatías que pasamos a describir.

Es muy característica de los deportes de salto que precisan de movimientos repetitivos y frecuentes en el plano vertical como ocurre, no solo en el baloncesto, sino también en el voleibol, por ejemplo.

Hay muchas causas que provocan dicha tendinopatía. Lo más frecuente es que sea el resultado de prolongadas y repetidas sobrecargas mecánicas. Los cambios que se producen en el espesor del tendón son debidos, al comienzo del proceso, a microrroturas que provocan el deterioro del colágeno, conllevando a la producción de la fibrosis.

El colágeno es un elemento fundamental del tendón y es responsable de la mayoría de las propiedades de los tendones, como es la capacidad de adaptación al esfuerzo y la elasticidad. Si se produce la fibrosis, el tendón deja de ser una "goma elástica" para convertirse en una "cuerda", con la consiguiente peor adaptación al esfuerzo que en su estado natural.

La lesión se suele producir con más frecuencia en la unión del tendón con el polo inferior de la rótula, aunque la parte fundamental del tendón quede intacta. Esto se denomina entesitis del polo inferior de la rótula y supone el 90% de la patología que asienta sobre el tendón rotuliano.

No hay que olvidar la tendinitis que afecta a los jugadores jóvenes, que es la que asienta en la unión del tendón anterior de la rodilla con la tibia, lo que fue descrito hace años como el síndrome de Osgood-Schlatter, y en ocasiones se aprecia un "bulto" en la parte inferior de la rodilla, correspondiente a la unión del tendón-hueso que se hace muy prominente y dolorosa sobre todo en períodos de crecimiento, pasando a ser asintomática cuando el crecimiento cesa tras la adolescencia.

Las causas por las que se producen estas lesiones van estrechamente relacionadas con las características del entrenamiento, la frecuencia, duración, intensidad, el tipo e idiosincrasia de la competición y la superficie de juego, entre otros se consideran los factores extrínsecos o que no dependen del jugador.

Pero hay otras particularidades que dependen del propio jugador y su morfología como, por ejemplo, las alteraciones del eje del aparato extensor como cuando las rodillas se encuentran en posición de X o genu valgo, o cuando la forma de las piernas tiene aspecto de "paréntesis" o genu varo. Rótulas grandes o rótulas demasiado altas, típicas del jugador de baloncesto que es muy alto y longilíneo. Esta disposición hace que los tendones de la rodilla estén demasiado alargados y sufran latigazos y movimientos rotatorios forzados cuando se realiza el salto o los giros.

En los últimos años la frecuencia de este tipo de lesiones se ha disparado debido al incremento de frecuencia e intensidad de los entrenamientos y un ritmo de competición más exigente y extenuante.

Las roturas del tendón rotuliano no son tan infrecuentes durante la práctica del baloncesto y el mecanismo para que esto suceda es el mecanismo de la impulsión cuando el jugador va a saltar; en este caso, el tendón se rompe limpiamente. Pero cuando hay una caída o un traumatismo sobre la rodilla, se produce un arrancamiento del tendón con la pastilla ósea correspondiente.

Se puede prevenir la aparición de la tendinitis de rodilla. Es importante la realización de ejercicios excéntricos con goma elástica para que el tendón se acostumbre de una manera más progresiva y fisiológica a las tracciones. Puede ser interesante el uso de una cincha infrapatelar. Es como un brazalete que se sitúa alrededor de la rodilla para que las cargas se transmitan justo hasta dicha cincha y la zona inflamada no reciba impactos.

El tendón es una estructura elástica de forma ondulada que se estira y pierde esta morfología cuando el tendón se estira un 2% de su longitud. Si la elongación que sufre el tendón es inferior al 5%, el tendón se recupera de forma completa cuando cede la fuerza de tracción. Si dicho tendón se estira entre el 5-10%, se rompen los puentes que unen las fibras entre sí, provocando un desplazamiento anómalo de las mismas dentro del tendón, no recuperando ya la estructura previa. Si esto se repite, el tendón se desnaturaliza, provocando la tendinopatía. La mayoría de los esfuerzos y contracciones que realizan los tendones son inferiores al 5%. Cuando la fuerza que se aplica al tendón es 17 veces mayor que el peso corporal, el tendón de Aquiles se rompe. Este hecho explica la baja incidencia de roturas del tendón de Aquiles en el baloncesto.

Cuando un jugador salta, sólo la mitad de la fuerza de salto se transmite al suelo cuando cae; el resto lo absorbe el tendón y no el músculo; si bien el tendón es más resistente a la ruptura, es fácil que se produzcan tendinitis.

Es más frecuente en hombres, con pie plano, dismetría de extremidades o una falta de tono muscular en las piernas. La causa más frecuente de tendinitis del Aquiles es el error en el entrenamiento debido a las continuas aceleraciones-deceleraciones.

Los estiramientos al empezar y acabar el entreno, frío local y tratamiento fisioterápico, ayudan a prevenir estas lesiones.

La fascia plantar es una estructura tendinosa que discurre por la planta del pie y que tiene dos funciones principalmente: mantener el arco del pie y ayudar a propulsar el pie al inicio de la marcha.

Es importante su función en la fase de despegue y aterrizaje del salto. En el despegue porque contribuye a modo de brazo de palanca para el impulso. En el aterrizaje, el arco del pie se aplasta y las fascia sostiene el peso del cuerpo.

Si esto se realiza de forma repetida en deportistas muy pesados, se produce la fascitis plantar.

La prevención es similar a todas las anteriores. Es conveniente realizar un estudio de la marcha para corregir malas posiciones del pie mediante el uso de plantillas si se precisa.

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