El tenis y sus lesiones

El tenis y sus lesiones
El tenis y sus lesiones

04 de diciembre 2011 - 05:02

EL factor técnico en el uso de la raqueta desencadena una serie de lesiones muy características y que van relacionadas con cada uno de los tipos de golpe. Cada actividad deportiva tiene las denominadas, tecnopatías, que son lesiones asociadas a los gestos más cotidianos que se repiten una y otra vez.

Este fin de semana, España se está jugando la posibilidad de conseguir su quinta Copa Davis ante Argentina. En las imágenes de televisión podremos valorar los gestos y tipos de golpe más usados, y su correlación con posibles sobrecargas de las regiones que intervienen.

Además, el tenis es un deporte en el que un partido puede llegar a durar cuatro horas o más. Esto significa un esfuerzo físico y mental muy muy exigente. Si no se reponen correctamente las pérdidas que se van sufriendo durante el encuentro, es frecuente que se produzcan contracturas, calambres y lesiones musculares.

SAQUE-MATE

El saque, sobre todo en tenis, es uno de los golpes más importantes, sobre todo dependiendo del tipo de superficie, ya que ésta le añadirá o restará velocidad a la bola cuando toca el suelo.

1ª Fase: Se produce un movimento de rotación externa y desplazamiento posterior del hombro que hace que la cabeza del húmero se desplace hacia adelante y choque contra los ligamentos que protegen el margen anterior de la articulación del hombro. Además se produce una compresion del nervio subescapular que circula por el margen anterior del hombro. La columna se encuentra muy arqueada hacia atrás (hiperlordosis) lo que puede condicionar problemas de columna lumbar como hernias de disco.

2ª Fase: A continuación se golpea la bola y el hombro de desplaza de forma brusca hacia adelante y quedando el ligera rotación interna. Es la posición propicia para que aparezca un atrapamiento de los tendones del manguito de los rotadores (síndrome subacromial); dichos músculos son muy importantes para la realización de movimientos del hombro por encima de la cabeza.

3ª Fase: Tras el impacto de la raqueta con la bola, el hombro se va decelerando y se va desplazando delante del tronco, siguiendo la inercia del movimiento. En este gesto, la articulación que une la clavícula con el hombro se encuentra muy sobrecargada. pudiendo aparecer dolor en la región superior del hombro.

REVÉS

Cuando realizamos este golpe, debemos asegurarnos que el codo se encuentre en estirado, ya que si golpeamos la bola cuando el codo se encuentra flexionado, se producirá una sobrecarga de la musculatura externa o epicondílea del codo que nos llevará de forma inexorable a la epicondilitis. Otro aspecto a tener muy en cuenta es la tensión del cordaje de la raquetas. Si es menor del que debería ser, el antebrazo y el codo absorben la energía procedente de la bola, energía que debería ser absorbida por una raqueta con la tensión suficiente. La mano tiende a sujetar con más fuerza la empuñadura para poder repeler con fuerza los golpes, desencadenando una sobrecarga en la musculatura del codo. Es necesario jugar con la tensión más alta con la que uno esté cómodo.

GOLPE DE DERECHA

Estos pueden provocar dolor en la cara interna de la muñeca, justo en la base del dedo pulgar (estiloides radial) debido al movimiento repetido de giro de la muñeca y flexión rápida. En ocasiones también se aprecian dolores en la cara interna del codo (epitrocleitis), que es frecuente que se sobrecargue en otros deportes como el golf.

ESFUERZO PROLONGADO

Es frecuente que estos partidos se prolonguen durante más de cuatro horas como ocurrió en el partido de Ferrer contra Del Potro. Éste último tuvo que se atendido por las asistencias médicas del torneo en varias ocasiones debido a calambres y contracturas en sus piernas, fruto del cansancio y, a veces, de la deshidratación.

El ser humano está mejor adaptado para hacer frente a ambientes cálidos que a fríos. Sin embargo, de sobra es conocido los problemas de competir en ambientes calurosos y húmedos. Aunque estamos en invierno y frío, se pueden producir igualmente.

El corazón durante el ejercicio manda sangre a los músculos para que funcionen, pero al haber un ambiente extremadamente caluroso, la piel necesita también un aporte extra de sangre para poder enfriar al cuerpo y comenzar a sudar. Entonces se produce un problema al no disponer de suficiente sangre para ambas funciones y:

- El músculo se fatigará al no recibir la cantidad de sangre adecuada que se encuentra en la piel. El ritmo de sudoración puede llegar hasta 1.5 litros a la hora durante el esfuerzo prologado. Esto hace que el cuerpo tenga una cantidad menor de líquido circulando en su interior, con lo que se agrava el problema. Con el sudor se pierde mucho sodio y potasio, iones fundamentales para la correcta función muscular.

- O bien, la piel se queda sin sangre que es desviada al músculo, por lo que la temperatura corporal puede aumentar de forma peligrosa. Si a eso le sumamos el calor, la humedad y la imposibilidad de enfriar la temperatura, se instaura la hipertermia.

Es importante conocer la temperatura ambiente y las condiciones climatológicas donde vamos a realizar la actividad deportiva.

-Aclimatación durante 7-10 días en el sitio donde se realice la prueba, si vamos a realizar un esfuerzo físico intenso.

-Hidratación. La deshidratación progresiva reduce la capacidad de sudoración así como una menor cantidad de sangre que va a la piel y enfría al organismo. ¿Cómo podemos saber cuanto tenemos que beber? Es importante saber cuánto peso hemos perdido al realizar pruebas similares. Con el cálculo de la pérdida podemos valorar el líquido a reponer. Además debemos reponer los iones con bebidas isotónicas, plátanos o frutos secos.

-La vestimenta durante el ejercicio debe ser transpirable, permitiendo que el sudor se evapore y enfriando el cuerpo.

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