La toxina botulínica en medicina
LA CONSULTA DEL ESPECIALISTA
Es una neurotoxina que bloquea la acetil colina, sustancia que se libera en la unión del nervio con el músculo y provoca que éste último realice su función, se contraiga
A lo largo de los años, hemos aprendido en medicina a usar sustancias o elementos letales a convertirlos en útiles para diferentes fines. El ejemplo más claro lo tenemos en las vacunas. Obtenemos un germen o parte de él, lo modificamos en laboratorio eliminando su potencial destructivo y lo inoculamos dentro del organismo a la espera de éste sintetice anticuerpos que puedan acabar con esa bacteria o virus si entramos de verdad en contacto con ella. La vacuna del tétanos, de la polio, de la difteria o de la hepatitis son un claro ejemplo.
En el caso de la toxina botulínica pasa algo similar. Se obtiene de una bacteria peligrosa, el clostridium botulinum, de la misma familia de la que produce el tétanos, clostridium tetani. Pues bien, el cl. Botulinum se encuentra en la tierra por lo que es muy abundante, así como en las latas de conserva, una vez han caducado o si se han fabricado de forma artesanal. En el caso que una herida se contamine o consumamos una conserva en mal estado, padeceremos botulismo. La toxina botulínica, es una neurotoxina que bloquea la acetil colina, sustancia que se libera en la unión del nervio con el músculo y provoca que éste último realice su función, se contraiga. Si se bloquea la acetil colina, se bloquea la señal o estímulo del nervio hacia el músculo y éste no funciona, queda paralizado. Dicha toxina es inodora e insípida y podría usarse como arma de destrucción masiva ya que es mortal al poder paralizar los músculos respiratorios provocando la muerte.
Se conoce que los nazis experimentaron con ella y la posibilidad de enviar grandes cantidades de toxina en los cohetes V2 que bombardearon Londres. También parece ser que Sadam Hussein disponía de laboratorios encargados de manipular la toxina de cara a su uso como armamento biológico. Hoy día es una sustancia prohibida en conflictos bélicos por la Convención de Ginebra. Sin embargo, algo tan maligno y destructivo puede convertirse en beneficioso si encontramos cómo dominar a la bestia.
Tipos de toxina botulínica
Hay varios tipos pero los que se usan en el ser humano con fines médicos son principalmente el A y B. El uso para el que se ha destinado es realmente amplio. Se comenzó a utilizar en la década de los 70 para tratar el estrabismo ocular, es decir, la desviación del ojo como consecuencia del exceso de tono muscular de uno de los músculos, desviando el ojo y provocando la visión doble y el perjuicio estético correspondiente. Se observó que pinchando una pequeña cantidad de dicha toxina a nivel de ese músculo que está excesivamente contraído, éste se relaja y el ojo vuelve a su posición normal.
¿Para qué se usa la toxina?
Las indicaciones son realmente numerosas:
-Exceso de sudoración en manos y pies o exceso de salivación. La toxina bloquea la glándula sudorípara evitando que se produzca ese exceso de sudor que resulta tan incómodo para la persona, al dar la mano o al manchar la ropa con las manchas de las axilas. Esa sudoración excesiva se denomina hiperhidrosis.
-Espamos a nivel de párpados o exceso de tono muscular a ese nivel.
-A nivel estético su uso es quizás de los más extendidos. Se conoce vulgarmente como botox, y lo que hace al inyectarse sobre los músculos de la cara es hacer que partes de dichos músculos se paralicen, las zonas de la cara quedan relajadas y las arrugas de expresión desaparecen. Se aplica sobre todo en la frente y entrecejo. El bloqueo suele permanecer entre 6 meses y un año. Entonces el músculo recupera su función y las arrugas vuelven a aparecer.
Otro uso muy extendido es en Traumatología y Rehabilitación. Hay enfermedades que provocan un exceso de tensión muscular ya sea en manos, piernas o tronco. Esa espasticidad puede llegar a bloquear la movilidad de una articulación, haciendo que la persona no puede girar la mano, estirar el codo o la rodilla. Esas enfermedades son conocidas como distonías. Suelen ocurrir en pacientes con problemas neurológicos como la parálisis cerebral, sobre todo en niños. También se aplica en enfermos que padecen migrañas debidas a cefalea tensional, un exceso de tensión de los músculos de la nuca que son los que provocan el dolor al estar demasiado tensos. Los cuadros de dolor cervical o lumbago también son susceptibles de ser tratados mediante la toxina. Si el resultado es eliminar la contractura excesiva de la musculatura, el dolor mejora y lo mismo ocurre con la movilidad. Si se bloquea la acetil colina, el músculo se paraliza y el exceso de tensión desaparece, pudiendo estirar el codo, la rodilla o el tendón de Aquiles.
Es muy utilizado en niños para mejorar la contractura de esas regiones antes comentadas, haciendo que pueda abrir una mano que se encuentra cerrada o limitada por el bloqueo de la musculatura, o una pierna lo que provoca una mejoría a la hora de caminar, evitando que lo haga de puntillas o con las rodillas flexionadas en exceso.
¿Cómo se aplica?
Se aplica con una crema anestésica en el caso de hacerlo en la cara o sitios sensibles y puncionando cada músculo en un par de localizaciones. La presentación de la toxina a nivel médico es de 50 o 100 Unidades por frasco, siendo la dosis tóxica cercana a 3.000 unidades así que el riesgo de sufrir un efecto adverso es muy escaso. El efecto comienza a notarse durante la primera semana y dependiendo de la dosis y la patología, el efecto se prolonga durante meses, pudiendo llegar al año de duración. No se recomiendo repetir los pinchazos antes de los tres meses. El pinchazo suele realizarse con agujas muy finas por lo que no suele ser doloroso. Las contraindicaciones son realmente pocas, el embarazo o la lactancia materna se consideran como las más importantes. Su uso está cada vez más extendido pero debe ser aplicado por médicos especializados que sepan manejar esta sustancia.
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