Pepe Villalba también se une a las filas de Unicaja Costa de Almería
Voleibol | Superliga
El receptor murciano llega al conjunto ahorrador tras desarrollar el inicio de su carrera en Soria, llevando a los celestes a un título de la Copa y tres finales consecutivas de la Superliga gracias a su equilibrio
Fran Iribarne vuelve a casa para unirse a Unicaja Costa de Almería
No es un eslogan publicitario, sino la pura realidad: ‘Para todo lo demás, Pepe Villalba’. Nacido en Cieza, Región de Murcia, el día 1 de marzo de 2000, José Villalba Zamorano llegó a Palencia en 2015, saliendo hacia la profesionalización en 2019 vía Soria. Jugador top, persona top, ambas condiciones se mezclan dentro de la pista para huir todo lo posible del foco, pero, sin embargo, ser imprescindible para que sus compañeros brillen y para el bloque. Siempre en el sitio correcto, ejecuta la acción necesaria y mantiene todo en orden para que su equipo pueda desarrollar el sistema de juego. Se llama darle equilibrio y estabilidad al rendimiento colectivo, y algo tan valioso como eso es lo que busca el nuevo Unicaja Costa de Almería con su fichaje. Es la tranquilidad de saltar con red de seguridad.
El murciano, de 25 años y medio, con 195 centímetros, fue el mejor receptor de la Copa del Rey de 2023, la única por el momento en el palmarés de un Grupo Herce Soria al que, a su vez, ha llevado a las tres últimas finales consecutivas de la Superliga. Ese, el de jugar todas las finales posibles, es el objetivo de su nuevo club, de un Unicaja Costa de Almería al que ha elegido porque cree que “es un proyecto muy serio, con jugadores que siempre he tenido en contra y no he tenido la oportunidad de compartir equipo con ellos antes”. Motivado, ha confesado estar “con muchas ganas de empezar a trabajar con ellos y llevar el equipo a lo más alto, con mucho trabajo siempre”. Equipo ante todo, es el jugador que todo club quiere.
Su huella en Soria es imborrable. Ha sido feliz en las filas castellanas, y de ahí que hayan sido seis temporadas defendiendo el celeste pese a las ofertas sucesivas que le llegaban. En orden vital, “era el momento de cambiar de aires”, y la propuesta ahorradora le gustó y le convenció: “La verdad es que desde que hablé con Pablo y me contó su idea del equipo y de proyecto para la temporada, me pareció que Almería sería un buen sitio en el que darle continuidad a mi carrera y seguir creciendo como jugador, además de en Unicaja es un club con mucha historia en la Superliga”. Atrás quedan sus inicios en ‘Voleadores Cieza’, como infantil de segundo año: “Mi amigo Manuel Moreno me animó a entrenar”.
No hizo falta nada más, porque saltó la chispa: “Desde que empecé, la verdad es que me enganché y no paré, y la culpa de esto es de Antonio Moreno, que fue mi primer entrenador en Cieza, que estaba siempre pendiente de mí, de ayudarme a poder ir a entrenar y mejorar, y de José Luis García ‘Kawa’, que me subía con el equipo cadete y juvenil aun siendo infantil y cadete respectivamente”. Luego, “cuatro años en Palencia con Ricardo Maldonado, donde me formé como jugador y tuve la suerte de compartir esos años con muchos compañeros, que ahora son amigos”. Su llegada a Superliga fue de la mano de Manuel Sevillano, quien le dio “la oportunidad de jugar al máximo nivel”. Con él estuvo dos temporadas.
Objetivo, llegar a lo más alto de la clasificación
Del técnico soriano pasó a Alberto Toribio, y del vallisoletano se queda con que ha mejorado mucho “siguiendo la filosofía de trabajo y esfuerzo máximo”. En esa línea va lo que quiere aportar a Unicaja Costa de Almería: “Sobre todo ganas y mucho trabajo para mejorar día a día, y crecer juntos y llegar a lo más alto de la clasificación”. Lo hará en una posición que el club ahorrador ha cubierto muy bien: “Creo que tenemos unos receptores muy completos, la verdad, y esto nos va a venir bien, seguro, para darle calidad al trabajo y ‘pelearnos’ cada semana por jugar y ayudar siempre al equipo, teniendo en cuenta que no teniendo un buen día, cualquiera puede entrar y mejorar el trabajo”.
Será lo obligado en una Superliga que “está creciendo mucho”, ha reconocido: “Este será ya mi séptimo año jugando, y cada año los equipos se refuerzan y consiguen hacer equipos muy buenos”. Esto lleva a una reflexión lógica: “Sí, cada año sube el nivel, y esto se ve en que cada semana hay partidos que pueden ganar cualquiera de los dos equipos que se va las caras, y ya no solo entre los cuatro primeros, sino prácticamente entre todos los inscritos en la competición”. Entre los candidatos, por supuesto, sitúa a su nuevo club, a un Unicaja Costa de Almería del que espera un gran rendimiento: “En cuanto aspiraciones, me parece que nos hemos reforzado muy bien, el equipo me gusta mucha y creo que podemos pelear”.
Su mirada no se baja de “estar arriba en la clasificación”, y sus pretensiones personales, a las que apenas da relevancia, las supedita a “siempre ayudar al grupo a crecer y trabajar el día a día para que el equipo llegue lo más alto posible, dando siempre el máximo esfuerzo”. Ahora, el Moisés Ruiz será su casa: “Espero verlo lleno, como en las pasadas temporadas, pero esta vez conmigo en el equipo, y que nos ayude siempre a tirar para adelante tanto en los momentos buenos como en los malos”. Su mensaje, “nos ayuda mucho que nos animen y que estén con nosotros”, además de sentirse “encantado” con su fichaje: “No veo la hora de jugar por ellos y les animo a que vengan, que lo disfrutarán tanto como nosotros”.
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