Economía

España prevé avanzar en un nuevo modelo de financiación de la red durante la presidencia de la UE

Nadia Calviño, vicepresidenta del Gobierno, en rueda de prensa en el Mobile World Congress

Nadia Calviño, vicepresidenta del Gobierno, en rueda de prensa en el Mobile World Congress / Quique García / Efe

España prevé avanzar en un modelo de financiación justa de la redes de telecomunicaciones durante su presidencia de la Unión Europea (UE), según dijo ayer la ministra de Asuntos Económicos y de Transformación Digital, Nadia Calviño.

El objetivo es permitir que las telcos desplieguen las infraestructuras de red necesarias sin que sean ellas las únicas, junto con el sector público, las que lo costeen.

En el primer día del Congreso Mundial de Móviles (MWC), que se celebra en Barcelona, Calviño se ha referido así a la reivindicación de las telcos a las principales compañías tecnológicas que generan gran cantidad de tráfico de datos en la red, con el fin de que contribuyan a sufragar estas infraestructuras.

Todo ello, unos días después de que la Comisión Europea haya lanzado una consulta pública para recabar la opinión de los actores económicos sobre si hay que repensar quién debe contribuir a las redes 5G y 6G.

En este contexto, Calviño ha dicho que el Gobierno es partidario de que la Comisión Europea "cuanto antes" ponga sobre la mesa una propuesta legislativa que permita avanzar en este asunto durante la presidencia española.

Ha añadido que es "evidente" que las nuevas infraestructuras de telecomunicaciones exigen una inversión masiva por parte del sector público y privado y que todos aquellos agentes que se benefician de las infraestructuras, deben contribuir de una forma justa a la financiación.

No es una batalla: hay más en juego

Uno de ellos, ha sido el comisario de Mercado de Interior de la UE, Thierry Breton, quien ha afirmado que la consulta ha sido descrita por muchos como la batalla por la participación justa entre telcos y grandes tecnológicas, cuando considera que "hay mucho más en juego".

"No se trata de si un interés creado debe prevalecer sobre otro. Se trata de lograr el gran salto de conectividad que tenemos por delante", ha afirmado.

Ha añadido que habrá que encontrar un modelo de financiación para las enormes inversiones necesarias en infraestructuras, de manera que respete los valores fundamentales de Europa, que es la libertad de elección del usuario final y la de ofrecer campos de juego equitativos.

También ha hablado de este asunto en una entrevista con Efe la secretaria de Estado de Telecomunicaciones y Transformación Digital, María González Veracruz, quien ha asegurado que España está alineada con la consulta lanzada por la Comisión Europea, teniendo en cuenta que es un debate que lleva muchos años en el ambiente y que hay que tomar una decisión.

A su juicio, la decisión tiene que ser consensuada con el sector, pero de manera que sea justa entre quienes pagan o no las infraestructuras.

Que las grandes tecnológicas costeen parte de la red es una reivindicación que llevan haciendo desde hace tiempo las empresas de telecomunicaciones.

En la jornada de este lunes, la consejera delegada de Orange, Christel Heydemann, ha calculado que el tráfico de datos por la red de infraestructuras de telecomunicaciones que efectúan los cinco mayores generadores de datos representan un coste anual para las telcos europeas de 15.000 millones de euros anuales.

Cinco de los mayores generadores de tráfico de datos generan el 55% del tráfico diario en las redes de telecomunicaciones. Esto representa -ha añadido- 15.000 millones de euros de costes que soportan las empresas de telecomunicaciones europeas, dentro de los 56.000 millones de euros que invierten estas cada año en Europa.

"No estamos pidiendo cambiar los principios de neutralidad de la red de Europa ni un nuevo mecanismo fiscal", ha apuntado la consejera delegada de Orange, que ha indicado que lo que se pretende es que exista una contribución justa y directa a los costes de la red, lo que ayudará a crear mejores condiciones.

El Congreso ha abierto este lunes sus puertas con un tinte de normalidad tras la covid, tras recuperar el público asiático, ausente por la pandemia, y con 2.000 expositores desplegados. Se esperan unas 80.000 personas hasta el miércoles, día de la clausura. 

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