Economía

España está entre los países de la OCDE con mayor caída de los salarios reales en 2022

Empleados en una oficina

Empleados en una oficina / Javier Albiñana

España estuvo el pasado año entre los países de la OCDE en los que los salarios perdieron más poder adquisitivo a causa de la inflación, que se comió las subidas nominales de los sueldos y que en muchos casos provocó en paralelo un aumento de la carga fiscal.

En un informe publicado este martes sobre la llamada "cuña fiscal de los salarios", la diferencia entre el coste de la mano de obra que pagan las empresas y lo que efectivamente recibe el trabajador, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calcula que la remuneración real por asalariado se redujo un 5,4% en España.

Esa cifra, que se refiere al recorte en términos interanuales hasta el tercer trimestre de 2022, es netamente mayor que la caída media del 3,3% en los 32 países para los que hay datos.

Otros seis miembros de la organización tuvieron descensos más pronunciados que España: República Checa (8,9%), Eslovenia (8,6%), Estonia (8%), México (8%), Lituania (7,5 %) y Eslovaquia (6,1%).

También perdieron poder adquisitivo, aunque menos, los salarios en otros grandes países como Alemania (4,3%), Italia (2,8%), Reino Unido (2,7%), Estados Unidos (2,2%) o Francia (0,8%).

De hecho, solo en uno de los 32 para los que hay datos hubo una revalorización en esos doce meses, en Hungría (2,5%).

Detrás de esas evoluciones está la inflación, que en el conjunto de la OCDE llegó a un pico del 10,8% en términos interanuales en octubre del pasado año, y que fue del 9,6% en todo 2022, un nivel muy superior al de 2021 (4%) y 2020 (1,4%).

Los autores del estudio señalan que, aunque no alcanzará las cotas del pasado ejercicio, se prevé que la inflación siga siendo elevada tanto en 2023 (6,5%) como en 2024 (5,1%), en cualquier caso por encima de los objetivos de los bancos centrales.

También analizan las complejas implicaciones que tiene la indexación de la carga fiscal que pesa sobre los salarios a partir de la inflación, y que puede tener como efecto una disminución de los salarios reales.

El llamado "freno fiscal" se produce por efecto de las subidas de esos impuestos cuando hay un aumento nominal de los sueldos, que conducen en algunos casos a que un trabajador pase a un tramo fiscal superior que así aumenta la fiscalidad que debe abonar.

Esfuerzo fiscal

Por otro lado, El 39,5% del salario bruto de los trabajadores españoles solteros y sin hijos se destinó al pago de impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social en 2022, frente a una 'cuña fiscal' media del 34,6% para el conjunto de la OCDE.

Aun así, mientras que en la OCDE la carga fiscal sobre los costes laborales se incrementó en 0,04 puntos porcentuales respecto a 2021, en España se observó un descenso de 0,01 puntos porcentuales respecto del año precedente.

Así, España se situó en el decimoquinto puesto de los países con mayor 'cuña fiscal' de la OCDE, en un ranking encabezado por Bélgica, donde a los trabajadores solteros y sin hijos se les retiene el 53% de su salario. De hecho, los belgas son los únicos que deben transferir a la Administración y la Seguridad Social una suma mayor de su salario bruto de la que ellos reciben en neto.

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